Sea cual sea la dinámica que quieran seguir en el negocio en que se encuentran es necesario lograr un equilibrio. Tenemos que cambiar y salir de esta zona de confort para encontrar lo que nos llene, para ser felices.
ElEconomista.com.mx. Alguna vez vi por ahí el título de un libro que llamó mi atención; se llamaba El monje que vendió su Ferrari (Robin Sharma). En él se narraba la travesía de un profesionista exitoso, cuya riqueza era cuantiosa, lo mismo que sus problemas, hasta un día en que sobrevive a un infarto y a raíz de ese accidente, replantea su vida y el verdadero significado del éxito. Conoce a unos monjes tibetanos y empieza a vivir con menos cosas, para disfrutar más. Entre las enseñanzas del libro, hay lecciones de tipo motivacional, para reconocer y agradecer por lo obtenido, así como para deshacernos de lo que nos ata o detiene. Lo sé… son lecciones que pueden o no servirnos, todo depende del cristal con que se mira.
Esto lo cazo con un artículo que recién leí de Neil Patel, quien decidió vender su hermoso departamento, para no tener nada más que un par de camisas, unos jeans, ropa interior y shorts para el gimnasio; además de su computadora y algunos efectos personales que guardaba en casa de sus padres. La decisión de este hombre la tomó el día que analizó que pasaba más tiempo fuera de su casa, que dentro de ella, por lo cual, decidió no preocuparse más por cuestiones que le robaran su energía. Este empresario dejó todo lo que tenía para vivir y disfrutar el momento, aceptando todo lo que viene, sin echar raíces, porque justo en ese momento particular, la vida le pedía que no se desgastara en detalles como la compostura del aire acondicionado, el gas o la luz.
¿Harías lo mismo? En ocasiones, siento que, en mi caso, sería un poco complejo, debido a que mi situación es diferente a la de Neil, pero, sin duda, me hace reflexionar sobre lo que el mundo empresarial está modificando nuestro entorno, a tal grado, de que podemos ser “homeless” y tener éxito en nuestra empresa. Estamos mutando y encontrando soluciones simples y sustentables.
Este tipo de razonamientos, aunados a mis experiencias personales de los últimos meses, me hacen reflexionar sobre los emprendedores y sus nuevos hábitos. La diferenciación directa o indirecta entre las generaciones han facilitado o complicado las actividades diarias, no es lo mismo lo que un emprendedor de la generación de los baby boomers necesita, a lo que un Millenial ostenta como necesario. La determinación de emprender es la misma, por ello, las soluciones que debemos encontrar (y lo que debemos CUBRIR) como empresas que brindamos productos o servicios, tenemos que adecuarnos a lo que el emprendedor (cliente) necesita.
Por ejemplo, al desarrollar un prototipo sobre una nueva bicicleta en el mercado, tenemos que entender que el consumidor potencial estará determinado según las necesidades que abarque el producto. Es decir, si la bicicleta es eléctrica, si cubre grandes distancias y, además, si su precio es competitivo, seguramente tendrá éxito en las ventas, pero, si además cumple con una campaña de publicidad dirigida a cada generación (millenial, generación X y Baby boomers, por mencionar algunas); tendrá mayor impacto.
Hoy en día conocemos más sobre los clientes gracias a los estudios de mercado y demás herramientas que están al alcance de nosotros, como las redes sociales, los estudios de mistery shopper personalizados o bien, el hacerles partícipes sobre el diseño y/o perfeccionamiento de nuestros productos o servicios. Con toda la información que tenemos, hoy podemos escuchar de viva voz las necesidades de los consumidores, si se quejan porque tal o cual marca no cumplió sus expectativas, ahí hay un nuevo cliente o prospecto a ganar, si trabajamos con astucia y sobre todo, con honestidad.
Sea cual sea la dinámica que quieran seguir en el negocio en que se encuentran, sea cual sea la generación en la que han nacido, o bien, sea cual sea su objetivo en la vida: vender su departamento o su Ferrari, es necesario lograr un equilibrio, tenemos que cambiar y salir de esta zona de confort para encontrar lo que nos llene, para ser felices; si le imprimimos simpleza y sustentabilidad, seguramente lo encontraremos y ayudaremos a un mayor número de personas.
El autor es CEO y fundador de Feher & Feher y tiene más de una década de experiencia en el desarrollo de negocios y consultoría empresarial.
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