Cada vez se expande más en América Latina el uso de centros de simulación para apoyar la formación en el área salud, tanto con actores como con robots.
La formación médica es un tema complejo. Mientras el error de un egresado en otra área profesional puede ser solucionado, en este caso es un problema de vida o muerte, literalmente. Algo similar ocurre con un piloto de avión, y la solución, en ambos casos, es la simulación: un aprendizaje controlado y sin riesgos reales.
La simulación en la formación es clave en la seguridad de los pacientes. Así lo explica Vanessa Vásquez, docente del Programa de Anestesiología y Reanimación de la Universidad de Santiago de Chile (USACH), donde el método se simulación ha sido incluido como parte de la formación desde 2018. “Históricamente el aprendizaje en medicina se ha realizado al lado del paciente, esto sigue siendo fundamental”, comenta la académica, pero agrega que “existen procedimientos y situaciones que requieren expertiz y práctica para realizarse de forma segura en el paciente”.
En el Centro de Simulación Clínica de la Universidad de Santiago se incluye la participación de actores y actrices profesionales que interpretan el rol de un o una paciente, delimitado con un libreto. Esto permite que simulen condiciones de los pacientes reales como hipertensión, su sintomatología y dolencias, junto con rasgos de la personalidad de los pacientes.
Vásquez asegura que la atención de rutina no prepara al profesional para enfrentar crisis, en las que debe desplegar una serie de “capacidades técnicas y no técnicas con precisión y agilidad”. Todo esto frente a un suceso que quizás nunca se ha vivido antes. “Haber practicado una situación similar, ensayado el manejo de recursos y equipos, bajo la tutoría de un experto que aliente o corrija conductas y sin riesgo para el paciente, es una tremenda oportunidad”, agrega.
En este sentido, Vásquez explica que los alumnos aprenden el 10% de lo que leen y el 90% de lo que hacen: “Emular situaciones factibles de ser vividas por los alumnos genera emoción, y se da la oportunidad de luego revisar la conducta y contrastarla con el consejo de expertos".
Simulación y robots
Otro centro de educación que usa la simulación en su formación médica es el Tecnológico de Monterrey en México. En su Centro de Simulación Clínica cuentan con robots con forma humana que tienen ritmo cardiaco y simulan reflejos, respiración y hasta un trabajo de parto. El Decano y Director General de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud, Jorge Valdez, explica que esta es utilizada tanto en la formación de pregrado y postgrado como en el caso de los equipos profesionales ya en función.
Valdez explica que la simulación no reemplaza la experiencia real, pero que sí es clave en el proceso formativo que lleva después a enfrentar a un paciente: “En lugar de un primer encuentro con el paciente, los estudiantes tienen la oportunidad de ir incrementando la complejidad para así desarrollar competencias gradualmente”.
El médico mexicano destaca que además de los médicos en formación, es importante utiliza la simulación a la hora de mantener las competencias de los profesionales en ejercicio: “Que los equipos multidisciplinarios se prueben en el simulador permite ver qué tan eficientes operan como equipo. Esto sirve cuando hay que modificar algún proceso de atención, terapia intensiva o procesos de quirófano”. Agrega que esto posibilita introducir de manera segura nuevas tecnologías, medir sus certificaciones y competencias.
En Chile existe un programa de simulación generado en conjunto por un hospital público, una clínica privada y una universidad. La institución pública es el Hospital Padre Hurtado: cuenta con un centro de simulación en sus instalaciones, creado en conjunto con la Universidad del Desarrollo y Clínica Alemana, instituciones chilenas que trabajan juntas en innovación en salud. Este centro público se creó en 2016 y desde 2017 opera con una Unidad de Calidad y la Sección de Capacitación que depende de la Gerencia de Recursos Humanos del Hospital, lo que da cuenta de la relación entre formación y capacitación.
Además del centro del Hospital Padre Hurtado, la Facultad de Medicina Universidad del Desarrollo/Clínica Alemana cuenta con un Centro de Simulación con modelos para ensayar técnicas de cirugía mínimamente invasivas y también con un Programa de Pacientes Entrenados que consiste en un equipo de más de 100 actores y actrices.
La Dra.Soledad Armijo, Directora académica de Simulación de la Facultad de Medicina Universidad del Desarrollo, asegura que se ven las mejoras de los profesionales que han utilizado sistemas de simulación: “Hemos podido comparar cómo se desenvuelven estudiantes de medicina, especialistas en formación y en equipos clínicos constituidos por médicos, enfermeras, kinesiólogos, matronas y tens. Tanto en estudiantes de pre y postgrado como en equipos clínicos se observan mejoras en las habilidades procedimentales, en la toma de decisiones y en el trabajo en equipo”.
A partir de estos resultados, las intituciones de salud siguen innovando en nuevas formas de simulación en salud. Por ejemplo, optimizando la simulación médica con proyectos de realidad virtual en el Tec de Monterrey o con aplicaciones para smartphones en la Universidad del Desarrollo. "Para 2020 nuestra idea es ampliar el foco incluyendo gamificación de competencias básicas desde una App y trasladando los materiales de estudio anticipado para armar capacitaciones e learning", comenta la Dra.Marcela Castillo, Directora de la carrera de Medicina de la Universidad del Desarrollo.
Lo que queda claro es que, aunque no reemplace el trabajo con pacientes reales, la simulación agrega una posibilidad de experimentar de manera segura sus capacidades.