Neurocirujano canadiense felicita a villano de última película de James Bond por la idea, pero lo reprueba por la práctica.
Una cosa es ser un villano. Y otra un villano de una película de James Bond. En este último caso, el acceso a conocimientos de neuroanatonomía es mandatorio. En especial si se tiene al agente secreto de Su Majestad bien amarrado y con un taladro robótico bailoteando en el aire en plan horadar su cráneo, sin matarlo, con la misión de llegar al lugar en que el guarda la memoria de las personas que ha visto (y amado) en toda su vida. Y borrarla.
Esa es la intención primera de Ernst Stavro Blofeld, quien –además de líder de la siniestra organización criminal conocida como Spectre– resulta ser hermanastro del mismísimo Bond. Hermanastro aquejado de los retrocelos más feroces: su afán de dominar el mundo parece ser solo un juego diseñado para atraer al espía y demostrarle que el padre de ambos se equivocó en creer que Bond era el mejor de los dos. La vieja historia de Caín y Abel.
Por supuesto, Caín está equivocado. Al menos en creer que sabe lo suficiente de neuroanatomía para triunfar. Así lo afirma el Dr. Michael Cusimano del St. Michael’s Hospital de Toronto, quien publicó un comentario sobre la escena del último film protagonizado Daniel Craig como James Bond, en la revista científica Nature. Para el médico, la idea es muy buena: “Con la meta de borrar la memoria que Bond tiene de las caras, el villano identificó correctamente el giro fusiforme lateral como el área del cerebro responsable de reconocerlas”, dijo Cusimano. “Pero, en la práctica, el taladro se colocó en el lugar equivocado, donde probablemente podría haber provocado un derrame cerebral o una hemorragia masiva”. Ello, porque la mecha o cabeza giratoria de la máquina pasaría a llevar la artería vertebral, rompiéndola con resultados fatales.
Aún así, el Dr. Cusimano reconoció estar impresionado por el conocimiento de neurociencia de Blofeld. Ello porque “debido a que el giro fusiforme lateral está relacionado con la memoria, es teóricamente posible (al dañarlo) afectar la capacidad de una persona para reconocer caras" dijo. De hecho “hay los pacientes documentados que sufren ceguera de rostros o prosopagnosia”. Pero, agregó, en la situación mostrada en la escena, que estaba tan lejos de acercarse a cumplir el objetivo, “que si Blofeld hubiera sido mi estudiante, tendría seguramente habría reprobado en cuanto a neuroanatomía”.
De todas formas, Bond podría no tener tanta suerte la próxima vez si sus enemigos, o los guionistas de Hollywood, se asesoraran mejor en estas materias. Cosa para la cual Cusimano dijo estar más que bien dispuesto. A no dudarlo. Siempre el villano, al menos se consigue una cena o un momento de gloria momentáneo junto a la Chica Bond de turno, que suele destacarse no tanto por su neuroanatomía, sino sólo por la segunda parte de la palabra.
