El estudio, realizado en 500.000 personas, además encontró mejores resultados en el café molido que en el instantáneo.
El café es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo. Los colombianos además tenemos el privilegio de producir y tomar uno de los mejores. Generalmente los estudios médicos han reportado una asociación positiva entre el consumo de esta bebida y un mejor estado de salud. Muchas investigaciones apuntan a que el consumo de café ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares; diabetes; Mal de Párkinson; y cáncer de hígado, colorrectal y endometrial. Incluso se cree que entre los cafeteros existe una menor riesgo de mortalidad por todas las causas.
Pero la buena reputación del café también ha tenido cuestionamientos. Por ser una fuente alta de cafeína se ha insinuado que en algunas personas con variantes genéticas específicas, que les impiden metabolizar con facilidad esta sustancia, el riesgo de enfermedades cardiovasculares aumenta. Por otra parte, popularmente se cree que un alto consumo de tazas de café al día (más de seis) podría también conducir a diversos riesgos de salud.
En un intento por aclarar estas preocupaciones en torno al café, los investigadores Erikka Loftfield, Marilyn Cornelis y Neil Caporaso, de los Institutos de Salud de Estados Unidos, decidieron echar mano de una de las bases de datos más grandes del mundo - el biobanco del Reino Unido - con más de 500.000 registros genéticos e información médica de cada persona.
Los resultados del trabajo, que acaban de ser publicados en la revista Jama Internal Medicine, resultaron bastante contundentes y esclarecedores según los investigadores: “El consumo de café se asoció inversamente con la mortalidad, incluso entre quienes bebían 8 o más tazas por día y aquellos con polimorfismos genéticos que indicaban un metabolismo de la cafeína más lento o más rápido”. Es decir, se mantiene la postura frente a los beneficios del café en la salud y, mientras no se demuestre lo contrario, esas ventajas se extienden a los altos consumidores.
“Estos hallazgos sugieren la importancia de los componentes no cafeínicos en la asociación de la mortalidad del café y proporcionan una mayor seguridad de que el consumo de café puede ser parte de una dieta saludable”, apuntaron.
La evidencia anterior a este estudio ya había jugado un rol importante en la defensa del café, al punto que el informe del Comité Asesor de Pautas Dietéticas de EE. UU. 2015, concluyó que el consumo moderado de café de hasta 5 tazas de ocho onzas por día podía ser parte de una dieta saludable.
Un hallazgo interesante: ¿Café molido o instantáneo?
Los tres científicos no quisieron dejar por fuera de su trabajo otra pregunta bastante común entre bebedores de café: ¿existen los mismos beneficios cuando se toma café molido o instantáneo? “El Biobanco del Reino Unido presentó una oportunidad única para evaluar las posibles diferencias entre el consumo de café instantáneo frente al café molido, ya que el 55% de los bebedores de café informaron que habitualmente bebían café instantáneo”, se lee en el trabajo.
La ciencia por ahora se pone del lado de los tomadores de café molido. “Las asociaciones para el café molido y la mortalidad por todas las causas fueron en general más fuertes que las del café instantáneo”, anotaron los autores. La revisión de datos permitió observar que el café instantáneo era más común entre los participantes sin un título universitario que entre los graduados universitarios. “Alternativamente, se ha demostrado que los cafés instantáneos tienen cantidades menores de compuestos bioactivos, incluidos polifenoles, que los cafés molidos, que pueden tener un efecto sobre las asociaciones observadas. Los mecanismos hipotéticos para explicar el posible efecto protector del consumo de café sobre el riesgo de mortalidad incluyen inflamación reducida, sensibilidad a la insulina mejorada y efectos sobre los niveles de enzimas hepáticas y la función endotelial”.