Hasta mil personas podrían llegar a sufrirlo en Colombia.
Aunque hasta ahora había quedado en un segundo plano, el Síndrome de Guillain-Barré ha comenzado a asomar su cabeza, a medida que los números de personas infectadas aumentan en casi toda América Latina.
Hace dos días, el Instituto Nacional de Salud (INS) de Colombia dio a conocer que la existencia de 97 casos de ese síndrome en personas “que tienen antecedentes compatibles con la infección causada por el virus del zika”, según se explicó.
El mal es una enfermedad que afecta a los nervios, la cual puede provocar debilidad muscular, parálisis momentánea o permanente y, eventualmente, muerte. De hecho, justamente, hoy se informó que dos personas murieron en Venezuela a raíz de ella, la que se sospechaba se les habría gatillado como una secuela de la infección del virus zika.
Si bien es cierto que la OMS ha aclarado que la correlación entre el virus y el síndrome no es obligatoria, el Presidente de Colombia indicó, también el lunes, que 1 de cada 600 casos de zika puede derivar en Guillain-Barré, por lo que esperaba que podrían tener lugar 1.000 casos en el país (sobre 600.000 de zika), de los cuales el 4% correría riesgo de vida.
El viernes de la semana anterior se confirmó el deceso de tres personas por el síndrome que presentaban antecedentes de zika en Colombia. Dos de ellos de la región de Antioquia, y el tercero de la isla de San Andrés.
Mientras tanto, las autoridades de salud hondureñas indicaron que tenían registro de 35 casos de Guillain Barré. “En este momento tenemos 35 casos de Guillain Barré, de los cuales un adulto y un niño están con respirador artificial”, severó Francis Contreras, viceministro hondureño de Salud, flanquedado por Ana Treasure, representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en ese país.
Retornando a Colombia, las preocupaciones se centran en las 26 millones de personas, el 60% de los habitantes de la nación, que viven bajo los 2.200 metros sobre el nivel del mar, la denominada “zona endémica”, los más propicios a infectarse de zika y derivar en alguna de sus complicaciones.