Síndrome posorgásmico: cuando el placer sexual se convierte en tu enemigo
Viernes, Octubre 21, 2016 - 09:05
Primeros indicios de la dolencia -ligada a una alergia al semen- pueden manifestarse en la pubertad.
Un extraño padecimiento que hace enfermar a los hombres con una dolencia similar a una gripe después de tener relaciones sexuales se ha ido conociendo durante los últimos años.
Se trata del síndrome posorgásmico (POIS, por sus siglas en inglés), la que se traduce en una dolencia similar a la gripe que aparece luego de que el sujeto alcanza el orgasmo. Los síntomas pueden ser fatiga extrema, dolor muscular, congestión nasal, fiebre, dolor de cabeza, irritabilidad e incluso dificultad en formular frases.
Según recoge el investigador Marcel Waldinger en una publicación en la revista especializada Journal of Sexual Medicine, estas manifestaciones ocurren después de la eyaculación y pueden durar hasta una semana.
El especialista agrega que el síndrome posorgásmico -cuyos primeros casos se reportaron en 2002- puede afectar a la persona en su pubertad y permanecer por muchos años, aunque también puede comenzar a manifestarse en la vida adulta.
Con el objeto de evitar estas dolencias, muchos de los hombres afectados decide abstenerse de la actividad sexual.
Para realizar sus estudios, Waldinger y su equipo analizaron el caso de 45 holandeses diagnosticados con la enfermedad. Luego de efectuar diversas pruebas, concluyeron que el síndrome podría estar relacionado con una alergia al propio semen.
En la misma línea, Martínez Salamanca, especialista en Urología y en Sexualidad del Hospital Universitario Puerta de Hierro en Madrid, sostiene que este síndrome se divide en dos: primario (personas que esde siempre han tenido estos problemas después de la eyaculación) y el adquirido (hombres que han desarrollado la enfermedad por causas de origen psicológico o alergia al semen).
Los expertos creen que son muchos los hombres los que sufren de estos síntomas pero que debido a que no conocen la enfermedad, optan por no visitar a un médico. Por el momento no existe un tratamiento definitivo para curar los efectos.