Por Gabriel Rovayo, decano del IDE Business School y presidente de Roadmak Solutions.
Aprovechando un largo trayecto en avión, me dediqué a leer una serie de artículos que tenía rezagados por falta de tiempo libre. Coincidió que varios de ellos hacían referencia a ciudades:
Sillicon Valley, Cali, Miami y Singapur. Como no creo en las coincidencias, me pregunté: ¿qué tienen en común estas cuatro ciudades? Las respuestas saltaron a la vista: entorno atractivo tanto para albergar a grandes compañías como para facilitar el nacimiento de un sinnúmero de pequeñas empresas, interesantes servicios de inversión, una infraestructura pública sólida, universidades innovadoras y, algo fundamental, las cuatro disponen de conexiones globales.
Seguí investigando y llegué a la conclusión de que todas estas características configuran lo que se conoce como Ciudades Emprendedoras. El ejemplo paradigmático es Singapur, una Ciudad-Estado que, en 40 años, pasó de un PIB per cápita de US 512 dólares a US 37.220 dólares, convirtiéndose así en uno de los 10 estados más ricos del mundo. Sin fuentes de agua ni de energía y sin producción agrícola ni industrias, Singapur se transformó en un centro financiero internacional, productor de tecnología y líder mundial en servicios portuarios.
Singapur ocupa el número uno en el ranking Doing Business 2011: Making a Difference for Entrepreneurs, desarrollado por el Banco Mundial. El estudio mide las facilidades para hacer negocios, a través de nueve indicadores que hacen referencia a los procedimientos, el tiempo y el costo que debe asumir un empresario para operar su negocio, desde la constitución de una compañía hasta el registro de sus propiedades, la normativa de exportación, el marco regulatorio, el pago de impuestos, el acceso al crédito, la protección de los inversionistas, etc.
¿Sabe cuánto tiempo toma y cuánto cuesta constituir una empresa en Singapur? Toma un día y cuesta menos de US 300 dólares. Por eso, entre otros varios factores, Singapur ocupa el primer lugar de este ranking desde 2010, entre 183 economías. Ecuador dista mucho de esta realidad, pues ocupa el puesto 130. Aunque a escala regional, Ecuador está delante de países como Bolivia (149) y Venezuela (172), se ubica lejos de sus vecinos, Perú (36) y Colombia (39), y también está rezagado respecto de Chile (43), un referente en América del Sur.
En una extensión equivalente a menos del 1% de la del Ecuador y con poco menos de 5 millones de habitantes, Singapur produce más del doble (US$ 291.000 millones) de la riqueza que nuestro país, en términos de paridad de compra (PIB PPP). Es una economía de libre mercado, sin evidencias de corrupción estatal, con estabilidad de precios y dependiente de las exportaciones, sobre todo, en el sector de la productos electrónicos y de tecnologías de la información (TIC), además de productos
farmacéuticos. También registra un crecimiento importante del sector financiero. El crecimiento real del PIB fue del 7,1%, en promedio, entre 2004 y 2007. En 2009, la economía se contrajo como consecuencia de la crisis financiera global, pero se recuperó casi al 14,7% en 2010.
Todo ello, sumado a los esfuerzos gubernamentales por consolidar sus instituciones, ampliar su infraestructura, garantizar un entorno macroeconómico estable y sus gigantescos esfuerzos por depurar los servicios de salud y educación dan cuenta de su seria búsqueda de una prosperidad económica sostenible en el largo plazo. Así lo reconoce el Índice de Competitividad Global,
desarrollado por el Foro Económico Mundial. Singapur superó a Suecia, según el ranking 2011-2012 y así alcanzó la segunda posición a escala global, luego de Suiza, y está sobre países europeos y asiáticos como Finlandia, Alemania, Holanda, Dinamarca, Japón y Reino Unido.
La existencia se Singapur como país independiente no tiene ni 50 años y las bases de su modernidad se remontan a 1959 cuando Lee Kwan Yew, asumió como Primer Ministro. Él jugó un papel clave en poner los cimientos del Estado, se convirtió en Ministro sin cartera (Senior Minister) desde 1990 hasta 2004 y, desde entonces, se desempeña en la posición de Ministro Mentor. Las palabras de Lee, pronunciadas en sus discursos oficiales, condensan su visión: “Estábamos contra la pared. Todos nuestros lazos han sido con Malasia, nuestra agua, nuestra comida venía de allá, nuestro intercambio comercial era con ellos. Tuvimos que
aprender a sobrevivir solos en un mundo altamente competitivo. La riqueza no es creada por el Gobierno, es creada por los negocios que desarrollan ideas, comercio y crean productos. El negocio del Gobierno es facilitar eso, de tal manera que más riqueza sea creada. Yo no fui a la escuela de negocios, me eduqué como abogado, pero el sentido común me dijo a mí y a mis colegas, que para que la gente ponga negocios en Singapur,
tenemos que ser diferentes y mejores que otros países del área. Por tanto, nosotros decidimos que seríamos un oasis de primer mundo en una región del tercer mundo. Fijamos metas de primer mundo en todo: educación, salud, comunicación, infraestructura,
seguridad, turismo y ambiente de negocios”.
La materialización de esta visión está a la vista. Además de los argumentos expuestos, Singapur también lidera el podio mundial de los países más innovadores. Luego de Suiza y Suecia, en ese orden, Singapur es la tercera nación más innovadora del mundo, según el Índice Global de Innovación 2011, aplicado por Insead Business School entre 127 economías. El informe mide la innovación de un país a través de dos grandes indicadores: innovación de entrada, que analiza instituciones, capital humano, investigación, infraestructura, sofisticación del mercado y sofisticación de negocios; e innovación de salida, que captura pruebas concretas de resultados de la innovación a través de resultados creativos y resultados científicos.
Singapur es un ejemplo, un ícono de desarrollo, un referente global. Por eso, luego de tanto leer sobre su caso y otras Ciudades Emprendedoras traté de imaginar lo siguiente: ¿Cómo sería una ciudad con la facilidad de hacer negocios de Singapur, el Parque Tecnológico de Cali, el clima de Miami y los fondos de capital de riesgo de Sillicon Valley? Y pensé, ¿qué nos falta en Ecuador para tener verdaderas Ciudad Emprendedoras como estas? Sin duda, un largo camino...