"Desde la notificación de la orden de ocupación, la compañía ha sido objeto de interferencia del Gobierno, incluso mediante hostigamiento arbitrario a sus empleados por la Dirección General de Contrainteligencia Militar (...)", sostuvo la empresa.
Reuters.- La empresa de envases Smurfit Kappa anunció el lunes que perdió el control de las instalaciones de su filial Smurfit Kappa Cartón de Venezuela, que fueron ocupadas por el Gobierno, y que asumirá un cargo de 60 millones de euros.
La empresa global optó por pagar la liquidación a sus empleados en Venezuela y cesar operaciones en el país, tras una medida de ocupación temporal que en agosto ordenó ejecutar el presidente Nicolás Maduro, afirmó un grupo de sindicatos locales de la compañía en un comunicado difundido el lunes.
"Desde la notificación de la orden de ocupación, la compañía ha sido objeto de interferencia del Gobierno, incluso mediante hostigamiento arbitrario a sus empleados por la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) a través de visitas no autorizadas que tienen el efecto de intimidar a la fuerza de trabajo", dijo la empresa en un comunicado de prensa.
A media mañana la compañía habría notificado a las juntas directivas de los sindicatos que las plantas locales pasarán a manos del Estado, según el comunicado que difundieron representantes de los trabajadores visto por Reuters.
Algunos empleados aseguraron haber recibido el lunes por sorpresa un pago de la empresa en sus cuentas bancarias, una medida similar a la que han tomado otras multinacionales en los últimos años cuando abandonan el país, agobiadas por la larga recesión, la hiperinflación y las férreas regulaciones.
Dos ejecutivos locales de la compañía continúan bajo arresto, que Smurfit Kappa considera arbitrario.
La firma, que tiene su sede en Dublín, dijo que se reserva el derecho de ejercer acciones legales.