Frente a este escenario, la consultora Randstad desarolló herramienta digital que permite revisar en línea el avance de las tareas de cada uno de los integrantes del área que gestionan.

La rápida expansión que tuvo el COVID-19 en Chile durante las dos primeras semanas de marzo gatilló que, prácticamente de un momento a otro, gran parte de los empleados a nivel nacional comenzaran a desempeñar sus funciones a distancia.

De hecho, de acuerdo a un estudio de la multinacional de RR.HH. La implementación del teletrabajo en el país llegó a 72% al inicio de la fase 4 de contagio, 17 veces más que en la etapa 1. Asimismo, el sondeo reveló que solo el 13% de las empresas considera la medición de la productividad como un factor a considerar al momento de implementar home office, a pesar de ser un elemento clave para mejorar el rendimiento de las compañías e impulsar el crecimiento del país, perdiendo la oportunidad de generar una cultura organizacional basada en el cumplimiento de objetivos.

Frente a este escenario, la consultora especializada en reclutamiento y selección desarrolló Randstad Performing, una herramienta digital que permite que los líderes de equipo revisen en línea el avance de las tareas de cada uno de los integrantes del área que gestionan, definiendo KPI´s para que luego se puedan implementar evaluaciones de desempeño periódicas, con el fin de dar retroalimentación a los empleados.

Al respecto, Natalia Zúñiga, directora de marketing, comunicaciones de Randstad, señala que es fundamental que las personas tengan objetivos claros para poder realizar un seguimiento y visualizar cómo van en el cumplimiento de las metas, las cuales sin duda deben ir en línea con las de la organización. Con esto, al utilizar la herramienta, “cada jefe, en base a un periodo de tiempo definido por él (diario, semanal o mensual, por ejemplo), podrá identificar el porcentaje de actividades completadas por el trabajador y visualizará si éstas fueron desarrolladas en el tiempo óptimo, definido en base a aspectos que mezclan puntos de la metodología ágil y de la tradicional PMI, con el fin de medir la productividad y poner en marcha mejoras, en el caso de quienes requieran apoyo; y de generar una cultura de reconocimiento, para aumentar la motivación de los colaboradores con over performance”.

Al ingresar aquí, los usuarios accederán a un tutorial sobre cómo utilizar herramienta; y podrán probar las funcionalidades de este instrumento sencillo y fácil de manejar por cualquier persona, independientemente de su scope y del departamento que lidere.

La ejecutiva agrega que esta herramienta reporta beneficios tanto para las empresas, porque permitirá a las jefaturas tomar medidas para dar soporte a los empleados con más bajo rendimiento e incrementar la productividad del equipo en general; y para el colaborador, ya que podrá perfeccionar su gestión y conocer las competencias que debe trabajar para mejorar su empleabilidad.

En este sentido, Zúñiga explica que “si no existe un proceso organizado y formal que permita tener cifras y estadísticas claras respecto al nivel de cumplimiento de los objetivos de los miembros de la compañía, difícilmente se podrán tomar decisiones que promuevan su formación y desarrollo, una labor que le corresponde a las jefaturas y el tiempo que destinen a esto debería ser prioridad en su agenda”, dice.

Asimismo, “por un tema estratégico, cuando se establece un método para medir la productividad de las personas, felicitar sus logros o identificar los obstáculos que está teniendo para alcanzar las metas y luego tener una instancia de retroalimentación; se está reforzando el vínculo entre los objetivos centrales del negocio y los del día a día, porque los empleados necesitan tener una comprensión clara de los retos individuales y de cómo éstos encajan con los organizacionales”, enfatiza.

De hecho, según el Workmonitor del primer trimestre de 2019 de Randstad, el 69% de los encuestados sostiene que una revisión de desempeño le da luces sobre cómo está haciendo su trabajo y qué aspectos debe mejorar. Por otro lado, 35% afirma que tener la oportunidad de recibir retroalimentación aumenta su motivación, aspecto clave para incrementar la productividad; 32% indica que le ayuda a aprender y a desarrollarse; 25% menciona que lo hace sentir parte del equipo; mientras que 24% dice que una evaluación lo hace más eficiente en su rol.

Finalmente, Zúñiga comenta que, como consultora de RR.HH., esta contingencia “nos generó la inquietud de saber qué tan preparados estamos en Chile para teletrabajar. Increíblemente la crisis sanitaria ha venido a acelerar un proceso que se ha dilatado, justamente porque para medir la productividad a nivel sistémico, vale decir, de cada posición, equipo, departamento y de toda la empresa, hay un gran trabajo previo que realizar para garantizar que cada pieza del engranaje colabore en la consecución de los objetivos planteados y monitorear los resultados de la compañía de un modo mucho más eficiente”.

Igualmente, la directiva señala que ésta debe ser una labor en equipo, es decir, el rol del colaborador es clave y no puede tener posición pasiva, esperando que ‘otro’ defina sus indicadores. Las jefaturas, hoy más que nunca, necesitan colaboradores que levanten soluciones y se pongan a disposición de las necesidades de la compañía. Son aquellos los que tendrán más posibilidades de permanencia y desarrollo”, puntualiza.