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Sólo un día de desorden alimenticio puede traer efectos negativos
Miércoles, Octubre 11, 2017 - 11:13

Las consecuencias metabólicas para la salud pueden ser inmediatas al añadir comidas altas en grasa y calorías.

Muchas personas que llevan una alimentación relativamente saludable durante la semana, se dan la licencia de romper con ese esquema los sábados o domingos, pensando que un día de asueto no le hace mal a nadie.

Pero para mala suerte de muchos esto no es así. Un reciente estudio ha determinado que apenas un día de comer compulsivamente puede tener un gran impacto negativo en nuestro cuerpo.

Para la investigación llevada a cabo por un equipo de expertos de la Universidad de Loughborough en el Reino Unido, se pidió a 15 personas sanas que comieran alimentos ricos en grasa y energía sólo por un día, ingiriendo un 78% más de calorías que la cantidad recomendada.

El menú incluía salchichas, tocino y huevos fritos para el desayuno, chaparritas y sándwiches de queso para el almuerzo, seguido de una porción de pastel de cerdo, luego una hamburguesa y un muffin de chocolate.

Hacia el final del día, los voluntarios fueron sometidos a mediciones de sus niveles de insulina en el cuerpo y se comprobó que habían disminuido en un 28%, que -según los investigadores- es una cantidad “significativa”.

“Tras un día de sobrealimentación con alto contenido de grasa (…) la sensibilidad a la insulina del cuerpo entero disminuyó en un 28%. Esto pone de relieve la rapidez con la que el consumo excesivo de calorías a través de alimentos ricos en grasa puede afectar el metabolismo de la glucosa, y sugiere que la alimentación compulsiva aguda puede tener consecuencias metabólicas inmediatas para la salud del individuo“, señala el estudio.

Cabe destacar que la insulina es fundamental para convertir los alimentos en energía en nuestro organismo. En este sentido, si tu páncreas necesita producir más y más insulina para hacer su trabajo, puede llegar a sufrir una disfunción y eventualmente aumentar tu riesgo de desarrollar diabetes tipo dos, consignó el diario británico The Independent, que recogió la investigación.

Si bien un solo día en tu vida en que comas mucha pizza y papas fritas no va a provocarte diabetes, a largo plazo podrías estar afectando gravemente tu salud.

Otro problema de la ingesta regular de comida con mucha grasa y calorías es que suele ser adictiva. Así lo dejó al descubierto hace unos años el periodista de The New York Times, Michael Moss, quien en 2013 lanzó el libro Salt Sugar Fat: How the Food Giants Hooked Us (‘Sal, azúcar y grasas: cómo los gigantes de la alimentación nos han enganchado’), donde revela las artimañas utilizadas por los gigantes de la industria de los alimentos para hacer más adictiva la comida chatarra.

Tras realizar múltilples entrevistas a gerentes de las multinacionales alimentarias más famosas -tales como Coca-Cola, Kraft, Frito-Lay y Nestlé- y revisar varios estudios en sus tres años de investigación, Moss mostró cómo las empresas están conscientes de que una determinada cantidad de azúcar, grasas y sal, causa casi tanta dependencia como la cocaína y en lugar de calmar el apetito, nos hace querer más. Es lo que él llama el “punto de la felicidad”, es decir, la proporción ideal de cada ingrediente para “enganchar” a los consumidores.

Autores

Biobiochile.cl