Los celíacos tienen una mala absorción que lesiona la mucosa del intestino delgado cuando ingieren harina de trigo, cebada o centeno, generando una serie de complicaciones gástricas. Un importante nnúmero de ellos no sabe que padece dicho mal.
Suena algo raro para muchos, pero es más común de lo que parece. La celiaquía o intolerancia al gluten afecta a uno de cada 100 ciudadanos en el mundo y solo el 25% de los casos está diagnosticado. Convivir con esta condición hoy no es tan problemático como antes, pero en el caso de los niños celíacos el nivel de complejidad aumenta, pues las tentaciones son mayores y ellos no siempre son conscientes del daño que les pueden hacer los alimentos que no toleran.
La enfermedad celíaca causa una mala absorción intestinal y la consecuente lesión de la mucosa del intestino delgado cuando se ingieren granos de cereales que contienen gluten, como la harina de trigo, de cebada o centeno, explica la gastroenteróloga Martha Otero.
Los síntomas de este mal son digestivos y extradigestivos. Entre los primeros, la diarrea es frecuente, al igual que el dolor en abdomen tipo cólico y la pérdida de peso. Entre los segundos están la anemia, la desnutrición y las lesiones cutáneas, dice el gastroenterólogo Raúl Urquizo. Para controlar los síntomas, el profesional recomienda eliminar de la dieta la proteína que tiene gluten.
Otero complementa: “Si la enfermedad celíaca no es diagnosticada y tratada oportunamente, los pacientes pueden desarrollar una desnutrición marcada y complicaciones como hemorragias, infecciones o insuficiencia adrenal secundaria”.
Este problema suele presentarse en la infancia y disminuir o desaparecer durante la adolescencia. Sin embargo, la sintomatología puede reaparecer durante la tercera y cuarta década de la edad adulta.
Para que esto no suceda, Urquizo recomienda que el niño no consuma harina de trigo, avena, cebada y centeno. En lugar de éstos se puede utilizar harina de arroz, maíz, sorgo, quinua, amaranto, lentejas, soya y garbanzos. Antes de hacer las compras, se debe leer en el empaque de los productos alimenticios para saber si contiene gluten. Lamentablemente, la indicación de “libre de gluten” o los sellos con esta característica casi no existen en el país, por lo que los padres deben hacer la revisión con mucho cuidado.
Incluir a los niños celíacos en la preparación de alimentos ayudará a que descubran nuevos productos y sepan cómo se hacen sus platos favoritos, así verán que una dieta libre de gluten es deliciosa y hasta divertida.
Menú4
Se aconseja que todos los miembros de la familia coman en casa el mismo menú cuando sea posible, para evitar que el pequeño se sienta excluido.
Cocina
Involucrar al niño en la cocina cuando sea posible. Es una manera divertida para aprender de primera mano lo que se puede comer y lo que no está permitido.
Consejos
Es esencial informar a toda la familia, amigos y profesores sobre la enfermedad celíaca y explicar el tipo de alimentación libre de gluten que debe llevar tu hijo.