El producto baja la producción de espermatozoides y mantiene los niveles de testosterona sanos.
Científicos norteamericanos están impulsando un proyecto avalado por el NHI, Institutos Nacionales de la Salud, cuyo objetivo es desarrollar un gel que funcione como método contraceptivo para el hombre. Para esto, los creadores del gel reclutarán a 420 parejas de todo el mundo que prueben el medicamento y ayuden a encontrar tanto la efectividad del mismo como sus posibles efectos secundarios. Se espera que las pruebas clínicas comiencen a principios del 2018.
Antes de probar los resultados del gel en diferentes parejas sexualmente activas, los científicos llevaron a cabo pruebas para medir el cambio en la cantidad de esperma en los hombres estudiados. Realizadas en un periodo de 6 meses, se encontró que en el 89% de los individuos el conteo de esperma se habría reducido un millón por litro o menos.
El gel promete generar un cambio hormonal siendo aplicado como pomada en los hombros del individuo una vez al día. Al ser aplicado, el gel estaría entrando por la piel hasta el sistema circulatorio de la sangre en el cuerpo. Aquí es cuando se estaría reduciendo la producción de esperma y testosterona sin afectar esta última, manteniéndola en niveles óptimos.
La idea de un anticonceptivo masculino ha llamado la atención de hombres en todo el mundo. Una encuesta realizada este año por el Gustavus Adolphus College a 1,872 adultos estadounidenses encontró que el 65% de los hombres en relaciones de corto plazo estarían interesados en adquirir algún tipo de anticonceptivo tanto en forma de pastilla como de gel. No obstante, les preocupaba ser percibidos como menos masculinos.
En otra encuesta realizada por el sitio web de consultas médicas DrEd a 1,000 estadounidenses y europeos, sobre sus actitudes frente al sexo seguro, 3 de cada 10 hombres afirmaron que no utilizarían métodos anticonceptivos al asociar estos con efectos secundarios tales como la subida peso, los cambios de humor y la posible aparición de coágulos sanguíneos. Al preguntarles a los hombres si concebirían a sus hijos en vez de sus parejas, solo el 26% afirmó que sí lo haría.
Hoy en día los únicos métodos anticonceptivos existentes para el hombre son el condón, el coito interrumpido, la estimulación sexual sin penetración y la vasectomía. Sin embargo, no se ha encontrado un contraceptivo tan efectivo como “la píldora” utilizada por mujeres de todo el planeta y aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos en 1960.
Esto ha llevado a científicos de todo el mundo a buscar en los últimos años una solución que se acomode a las necesidades del hombre moderno. Es por esto que se han llevado diferentes pruebas clínicas de métodos que ayuden a prevenir embarazos inoportunos. Hasta el momento, ninguno ha sido aprobado como un anticonceptivo seguro.
Entre estos está Vasagel, un polímero hidrogel que se inyecta en el conducto deferente del hombre (donde se transporta la esperma) para bloquear el paso de los espermatozoides, impidiendo que lleguen al ovulo de la mujer. A diferencia de muchos otros, este busca que no se genere un cambio hormonal en el individuo. No obstante, solo ha sido probado en primates.
Otro método probado en animales buscaba impedir la fertilización del ovulo utilizando un compuesto llamado H2-gamendazol. Este compuesto hace que la esperma no alcance la madurez, de manera que los espermatozoides no logran desarrollarse completamente antes de la eyaculación. Provocando que el hombre produzca eyaculaciones vacías.
Mientras tanto este último gel que es impulsado por el NIH en los Estados Unidos, promete innovar después de realizar las pruebas clínicas en humanos. Sin embargo, aunque muchos expertos avalen la iniciativa, les preocupa que cambiar el estado hormonal de un hombre, especialmente interviniendo la producción de testosterona, podría perjudicar su salud.
