Los rendimientos de activos virtuales como el bitcoin están siendo aprovechados por algunas personas para potenciar su retiro.
Aunque pensó que llegaba tarde, Carlos —como prefiere ser llamado para propósitos de este texto— decidió comenzar a invertir en bitcoins a finales del 2016, cuando la criptomoneda más famosa del mundo tuvo un salto de 15,000 a 20,000 pesos por unidad. Sin embargo, cuando vio que a mediados de este año había prácticamente duplicado su precio, pensó en darle a parte de sus ganancias un uso de cierta manera inédito: ahorrarlo para su retiro.
Los bitcoins y la etapa de retiro parecen dos mundos totalmente contrarios: el primero es altamente volátil, mientras que la jubilación requiere de la mayor certidumbre posible para sustentar nuestro bi- enestar en etapas avanzadas. Entonces, ¿cómo pueden convivir en armonía? A decir de los especialistas, la clave está en la diversificación.
Ya sea que tenga un ahorro para su retiro (además de su afore) o esté por comenzar a conformar uno, Néstor López, experto en tecnologías financieras y catedrático de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC), recomendó los bitcoins sólo bajo dos condiciones: si se entiende a plenitud en qué consisten, y si no invierte todo su patrimonio ni todo su ahorro para la jubilación, sino sólo lo que esté dispuesto a perder, por lo menos momentáneamente.
La primera parte es algo que Carlos tuvo muy presente desde el inicio. Al ser un programador que conoció el bitcoin mediante compañeros suyos, fue hasta que leyó el white paper de Satoshi Nakamoto, el presunto creador del activo virtual, que dimensionó el potencial que, más allá de los bitcoins, radicaba en su tecnología, la cadena de bloques también conocida como blockchain. “Yo creo en blockchain, no sólo en bitcoin”, enfatizó en entrevista con El Economista.
Por otra parte, la diversificación —o, como popularmente se diría, no poner todos los huevos en una sola canasta— es recomendable para las inversiones en general, y también es una sana práctica que las afores utilizan para manejar los recursos de los trabajadores.
“Si tiene un monto para su retiro, yo diría que use y especule sólo con una parte, no con todo (...) Si tiene 50,000 pesos para invertir, pregúntese cuánto está dispuesto a perder. Si son 5,000 pesos, puede comprar bitcoins, retirar las ganancias haciéndolas líquidas (es decir, convirtiéndolas a pesos u otra moneda de curso legal) y lo integra a una parte fija (de su ahorro para el retiro)”, sugirió.
Edad del inversionista, un parámetro importante
Recordemos que las afores invierten de distinta manera los recursos de los trabajadores dependiendo de su edad: mientras que gran parte del ahorro de los más jóvenes se pone en renta variable (40% de sus recursos) y valores extranjeros (20%) e instrumentos estructurados (20%), para trabajadores de edades cercanas al retiro se opta por inversiones de menor riesgo, principalmente de deuda local.
Dicho esto, la estrategia se vuelve más clara: entre más tiempo le falte para su retiro, podría destinar una mayor proporción de su ahorro para la jubilación a activos volátiles, como el bitcoin.
“Conforme va avanzando en el camino y queda poco tiempo para hacer válido su retiro, sí sería recomendable que el cliente use la misma estrategia que las afores: a menor disposición para perder dinero, opte por productos más seguros. Dan menos rendimiento, sí, pero más seguridad y disponibilidad”, indicó el catedrático de la EBC.
Lo más importante de una inversión como los bitcoins, agregó por su parte José Rodríguez, vicepresidente de Pagos de la plataforma de exchange Bitso, es que sí, han tenido un gran rendimiento estos últimos años, pero también en el 2014 tuvo un rendimiento negativo a nivel anual. “Ningún activo sube indefinidamente; en algún momento podemos tener otra corrección de 20, 30 o 50% durante todo un año”.
¿Qué se sugiere con otras criptomonedas?
La euforia por las criptomonedas se ha dado a causa principalmente del bitcoin, pero la realidad es que alrededor del mundo hay muchas opciones más. Según la plataforma coinmarketcap.com, hasta el 17 de diciembre había 1,360 criptomonedas, algunas de las cuales incluso han tenido un crecimiento más alto que el bitcoin en los últimos días, eso sí, con una alta volatilidad.
Sin embargo, cabe mencionar que ninguna de estas tecnologías está regulada en el país, y que la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera (también conocida como Ley Fintech) reconocerá sólo a los activos bajo ciertas condiciones, como que sean utilizadas como medios de pago, algo que aplica para el bitcoin, pero no para otros activos virtuales.
“Cada una de las criptomonedas es diferente y tiene distintos casos de uso. De bitcoin, como sabemos, es dinero digital de persona a persona, pero Ethereum, por ejemplo, no es dinero precisamente: es un activo para crear contratos inteligentes y programas y que puede procesar poder de cómputo para diferentes casos de uso. Si se le ve futuro a una de esas plataformas, podría subir el precio (...) Sin embargo, todas éstas son especulaciones”, consideró José Rodríguez.
Por ello, el especialista recomendó que si está interesado en otras criptomonedas, busque su correspondiente white paper, que es un documento donde vienen las especificaciones técnicas del activo virtual, como sus casos de uso y objetivos a corto, mediano y largo plazo.
“Ahorita vemos muchos casos de éxito como bitcoin, Ethereum, litecoin, dash, monero, pero en el camino han muerto varias criptomonedas también. Si nos vamos a las que había en el 2013, la mayoría no tiene ningún caso de uso y nadie las soporta ahora, entonces también hay que tomar mucho en cuenta esto”, agregó el directivo de Bitso.
En algunas partes del mundo ya se trabaja para integrar el potencial de las criptomonedas con el ahorro para el retiro. En Estados Unidos hay individual retirement accounts (conocidas como IRA, que serían el equivalente a un plan privado de pensiones) que se basan en activos virtuales, como BitcoinIRA.
Para Carlos, la inversión para el retiro es sólo una de las varias aplicaciones que, considera, tendrá el bitcoin en el futuro. “Sí, estoy consciente de que en algún momento bajará el precio del bitcoin muy fuerte, pero mientras se pueda aprovechar, lo hago”.
