Los profesores Mònica Casabayó y Gerard Costa, de la Esade Business School, publicaron este libro donde analizan la diferencia entre empresas que se enfocan en las personas como consumidores y las que se centran en el individuo. Para los académicos, enfocarse en el individuo puede ser una óptima estrategia competitiva.
Desde que las empresas comenzaron a tener perfiles en sus cuentas de Facebook y Twitter, los consumidores no demoraron en enviar mensajes cuando tenían una duda con un servicio o producto o estaban disconformes. Los problemas se difundían de red en red. Era un hecho que el mundo del marketing debía adaptarse al poder de las redes sociales.
En un camino similar, emprendedores -casi siempre de las nuevas generaciones- empezaron a crear más empresas sociales, aquellas que ganaban dinero solucionando un problema social. El emprendedor social comenzó a ser un tipo de emprendedor, dentro de la enorme gama. Y no es casualidad que sean los más jovenes, pues según encuestas son estos mismos los que están más conscientes de sus valores y se niega a trabajar en una empresa que esté en contra de estos.
Este libro, de los profesores de Esade Business School, Mònica Casabayó y Gerard Costa, une de cierta manera, ambas realidades -la del empoderamiento del consumidor como individuo y la de las empresas sociales- para mostrar cómo una empresa que opta por ser social puede ganar en este escenario.
Casabayó explica que un detonante para redactar este libro fue el malestar de la gente (consumidora y ciudadana) que no veía muchas veces sus valores reflejados en la empresa en la que trabajaba o dirigía. Fue así como junto a Gerard Costa, se propusieron analizar el asunto. La académica dice que "se preguntaron: ¿hay alguna posibilidad de crear alguna estrategia competitiva que considere a la persona dentro de la organización? "Y hemos visto que sí, porque hay empresas que lo hacen". Sin embargo, la lista no es muy extensa, pero se extienden a cualquier tipo de compañía.
Para el análisis, el libro propone opiniones de varios expertos en el tema, y los profesores enfatizan en que se trata de que las empresas tomen consciencia de que tratan con personas y no sólo consumidores, con ese aspecto más comercial. Las empresas que se enfocan sólo en el consumidor sólo que éste consuma más o mejor, en cambio, las organizaciones que se enfocan en el individuo quieren que viva más y mejor.