El físico inglés propone una teoría sin limites, en la que el tiempo, tal y como lo conocemos, también fue creado con la expansión hace 13.800 millones de años.
La ciencia conoce a medias la historia del Big Bang. Se sabe que toda la materia del Universo observable estaba contenida en un punto denso y lleno de calor. Que por una razón aún desconocida ese punto se fue expandiéndo (todavía continúa en esas), fue separando la materia cada vez más y ampliando todo lo que hoy conocemos como el espacio exterior. Ese relato es conocido, lo que es un misterio es ¿qué había antes de que todo ocurriera?
Esa pregunta ha rebotado en el cerebro de un sinfín de científicos por más de un siglo. Ahora, el famosos físico Stephen Hawking parece tener la respuesta sobre el origen del Universo remontado hace unos 13.700 millones de años.
El anuncio se lo hizo a su colega Neil deGrasse-Tyson, conocido por reemplazar a Carl Sagan en la nueva versión de la serie Cosmos. Ambos científicos se encontraban al aire en el programa televisivo Star Talk hablando de cosmología y astronomía.
Fue entonces cuando Hawking le explicó su idea. Según el inglés, no es posible preguntarse qué había antes del universo porque también el tiempo surgió con el Big Bang. Pero su intervención no termina ahí, la propuesta del físico apunta a una teoría llamada "la propuesta sin límites".
Esto es que "la condición de frontera del Universo es... que no tiene frontera", le espetó el físico británico a Tyson, cuenta el diario ABC Ciencia. Es decir, si se intentara rebobinar la expansión del Universo como un botón que haga ir todo hacia atrás, lo único que podría verse sería cómo toda la materia se va contrayendo en un pequeño punto. Todo se habrá encogido como un átomo al llegar a los 13.800 millones de años atrás.
En ese punto, conocido como singularidad, estaría toda la materia del Universo. Lo curioso es que dentro de esa esfera, las leyes de la Física y el tiempo, tal cual se entienden, dejararían de existir. Lo único que existiría sería "la flecha del tiempo", un concepto sobre la dirección en la que apunta el tiempo.
En este caso, la materia se seguiría contrayendo infinitamente mientras el Universo se hace cada vez más pequeño. Nunca se podría alcanzar un punto de inicio definido. De tal manera que, para Hawking, antes del Big Bang el tiempo estaba en una especie de "espuma cuántica" y eso hizo que se distorsionara a lo largo de otra dimensión, "acercándose cada vez más a la nada pero sin llegar a convertirse en nada", explica el mismo diario.
Por lo tanto, los eventos que fueron antes de que ese punto empezara a expandirse no pueden ser explicados. Porque no están definidos de una forma en la que la ciencia puede medir qué les ocurrió. Así que, el Universo seguirá evolucionando a partir de ese instante de expansión pese a que nunca lleguemos a saber qué pasó antes de que todo comenzara.