A diferencia de la técnica del "contouring", se usa el iluminador en vez de tonos oscuros para modelar los rasgos del rostro.
El objetivo del "strobing" es dar luz en determinados puntos del rostro para otorgarle mayor brillo a tus rasgos, principalmente en aquellos en los que la luz cae de manera natural, afirma Gloria Baile, del blog de Claudia Arnello. Por ejemplo: las mejillas, la zona central de la frente, la nariz y el mentón. Si quieres iluminar la mirada, aplícalo también sobre el arco de la ceja.
A diferencia de la técnica del "contouring", se usa el iluminador en vez de tonos oscuros para modelar los rasgos del rostro.
El primer paso es cuidar y nutrir tu rostro para conseguir que brille de forma natural. Limpia la piel de impurezas y aplica un hidratante facial rico en vitaminas.
Luego, busca un iluminador adecuado a tu tono de piel y distribúyelo por las zonas a iluminar: nariz, pómulos, frente y mentón. Debes elegir bien el tono del iluminador. Por ejemplo, si tienes la piel clara, elige uno con tono rosado; para piel intermedia, uno con matiz dorado y si tienes la piel oscura, el anaranjado.
Después matifica con polvos el resultado, para disimular las 'manchas' del iluminador. Para un resultado óptimo, dale un toque a tus mejillas con un rubor en tono durazno.
El "strobing" es tendencia, pero no significa que la técnica sea necesariamente nueva. Según contó recientemente Sir John, el maquillador de Beyoncé, en New York Magazine, el método es "algo que hemos hecho desde hace algún tiempo. Es lo mismo que el perfilado, pero con un nombre distinto".
Jennifer López es una de las celebrities y gran abanderada de esta técnica, que ha lucido en múltiples ocasiones gracias a la mano experta de su maquillador.
Los puntos fuertes al usar esta técnica son la sencillez y rapidez, pero lo más importante es que resaltarás la luz de tu rostro de una forma mucho más sutil y natural. Con la llegada de la temporada de primavera/verano, se convertirá en una tendencia obligada.
