La historia de Juanita es una muestra de que las plataformas y apps de economía colaborativa no son exclusivas de los jóvenes.
<p>Juanita fue empleada doméstica por más de 15 años en la Ciudad de México. Cuando falleció la señora que la empleaba y se quedó sin trabajo, no supo qué hacer. Alguien le dio la idea de rentar la habitación libre que tenía en su departamento en la colonia Cuauhtémoc.</p><p>"Un profesor de la UNAM con el que trabajé un par de años, me propuso enviarme a sus estudiantes de intercambio para rentarles la habitación libre que tenía. Fue así como empecé a compartir vivienda con jóvenes, sobre todo extranjeros", contó.</p><p>Hoy, a sus 97 años, Juanita comparte departamento con roomies. Encontró a sus primeros inquilinos por recomendaciones de conocidos, pero actualmente lo hace a través de sitios especializados, como dadaroom.com.</p><p>Fue así como conoció a Lizzie, una chica estadounidense con quien compartió departamento por más de dos años. La joven de 30 años estaba buscando una renta económica en una zona céntrica de la Ciudad de México.</p><p>"Un profesor me habló de Juanita y me dio mucha curiosidad. Primero tuve una llamada telefónica con ella, después la conocí y me di cuenta que vivir con ella fue una de las mejores decisiones que he tomado", relató.</p><p>La historia de Juanita y Lizzie es una muestra de que las plataformas y apps de economía colaborativa no son exclusivas de los jóvenes. Al contrario, estas startups pueden aportar soluciones prácticas a los problemas que enfrentan los habitantes de las grandes ciudades, sin criterios de edad, como lo puede ser el tema del alojamiento.</p><p>"Hay una grave escasez en la oferta de alojamientos económicos para jóvenes en la ciudad. Pero existen miles de habitaciones disponibles en casas de personas no tan jóvenes a las cuales les vendría bien un ingreso extra cada mes”, explicó Pamela Olvera, fundadora de DadaRoom.</p><p><p><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/_gvCYFzFRpM" width="560"></iframe></p><p></p><p>Según datos de la plataforma de rentas compartidas, solamente el 7% de las personas que comparten departamento en la Ciudad tienen más de 50 años. Sin embargo, Olvera espera que se multipliquen las historias de roomies intergeneracionales.</p><p>"Las tendencias en el mercado impulsan el crecimiento de la vivienda compartida. Nuestro reto es romper barreras para que cualquiera, sin importar su edad, esté al tanto de la existencia y ventajas de esta modalidad tanto para los arrendadores como para los inquilinos”, añadió.</p><p>Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), indican que de los casi 13 millones de personas mayores de 60 años, cerca de 1.4 millones viven solas. Mientras, los jóvenes se enfrentan a la dificultad de encontrar una vivienda en renta accesible.</p><p>El precio promedio de un departamento en renta en la Ciudad de México oscila entre 8 y 12 mil pesos mensuales, cuando en el país sólo 4.8% de los trabajadores entre 20 y 29 años —es decir, un millón 183 mil 759 personas— gana más de cinco salarios mínimos, lo que representa, aproximadamente, 12 mil pesos mensuales (ENOE).</p><p>Lizzie y Juanita son la muestra de que seis décadas de diferencia no son barrera, para que vivir bajo un mismo techo se convierta en una experiencia única.</p><p>“Vivir con Juanita me permitió aprender mucho más que viviendo con otros estudiantes”, comenta Lizzie. Asimismo, Juanita compartió que vivir con jóvenes ha hecho que se sienta más viva. “A pesar de que yo tengo más años ellos me aconsejan y me ayudan en el día a día de la casa”, dice Juanita, quien a sus 97 años no planea abandonar su departamento ni la ciudad.</p><p>“Existe un discurso de que los jóvenes y las generaciones más grandes no se entienden, pero la verdad es que pueden complementarse más de lo que creen”, aseguró Pamela Olvera.</p>