Con más de 150 artículos y varios libros, el co-director del Centro de Trabajo, Tecnología y Organización de la Universidad de Stanford, habló de la creatividad y el liderazgo que deben emplear los jefes con sus equipos de trabajo a la hora de trabajar en innovación.
En su vida como académico ha publicado más de 150 artículos y varios libros, entre los que se destaca “Ideas Raras que Funcionan” y “Buen jefe, mal jefe”, donde plantea que las empresas tienen que contratar gente que nos les guste y con la que se sientan incómodos y que los jefes deben aprender a callar al “jefe estúpido” que llevan dentro.
Robert Sutton, co-director del Centro de Trabajo, Tecnología y Organización en la Universidad de Stanford, ha trabajado como consultor para numerosas empresas, como Gap, HP, IDEO, IBM, McDonald’s, McKinsey, Pepsi, Proctor & Gamble, entre otras.
Utilizando plasticina y el i Pod de Apple como ejemplos, Sutton realizó la Charla “Innovación, el poder de Transformar”, el 9 de septiembre en Santiago de Chile, evento organizado por Telefónica.
En su visita a Chile AméricaEconomía accedió a hablar con él sobre las claves del líder en términos de innovación.
¿Cuál es su opinión sobre las organizaciones en América Latina en términos de innovación?
Me parece que Chile y Brasil están bien avanzados en el tema, pues son los únicos países en los que he estado y por lo tanto no tengo una visión tan precisa como para hablar de ello. En Stanford tenemos muchos estudiantes internacionales y gran parte de ellos provienen de América Latina así que creo que si comparas con países como EE.UU, Sudamérica está bien encaminada.
Qué posibilidades tienen los países de América Latina de mejorar en cuanto a la innovación?
Creo que altas, por lo menos en los dos países que he estado las probabilidades de hacer negocios son buenas y seguras. Lo más importante que debe tener un organización para poder innovar es que estén las condiciones para desarrollar la creatividad, eso es fundamental a la hora de hablar de innovación, pues a partir de las ideas se pueden llegar a desarrollar nuevos negocios.
¿Por qué es importante la innovación en los equipos de trabajo?
Primero que todo, si hablamos de compañías que trabajan en innovación, todos son equipos de trabajo. Todo lo que pasa debe ser trabajado por todos los integrantes del grupo. Si miras una manzana sólo por dentro, las decisiones serán muy distintas a que si tienes una mirada desde afuera. La clave para los directivos está en conformar pequeños equipos que tengan un responsable. Los equipos son la unidad más importante para desarrollar innovación y deben trabajar de esa manera, pues así lograrán tener diversas perspectivas sobre los temas que estén trabajando.
¿Cuál es la importancia del jefe con ellos?
Según las investigaciones que hemos hecho, si miras la productividad y la satisfacción, el éxito de cualquier líder dependerá de cómo trata a las personas con las que trabaja. Además al 75% de las personas lo que más les estresa del trabajo es su jefe. Yo les recomiendo que siempre intenten ser el mejor jefe posible, que no esquiven el trabajo sucio y que aprendan a callar al jefe estúpido que llevan dentro.
¿Qué otras funciones debe ejercer el líder con sus equipos?
El jefe debe identificar a la gente contenta y ponerla a pelear. Las mayores innovaciones suelen surgir de ámbitos repletos de gente positiva y optimista, que también sabe cómo pelear por lo que creen. También debe premiar por igual el éxito y el fracaso y castigar a los que no hacen nada.
¿Qué principios debe tener presente el líder para poder innovar?
Los principios deben aplicarse tanto a los líderes como a toda la organización. En esos términos creo que en lo referente al liderazgo las superestrellas de la innovación no son genios solitarios o ejecutores asombrosos, las grandes innovaciones vienen de equipos y redes de trabajo. De todas formas es necesario unir a expertos, que saben que todo lo que se debe y puede hacer en un ámbito, con novatos que vienen con ojos frescos y sin conocer los límites.
¿Cómo es un equipo de trabajo ideal?
Contratando gente poco interesada en el status quo, es decir, personas a las que les guste hacer sus propias cosas y que no sientan la presión de mezclarse con los demás, pues la organización estará mejor, si los empleados hacen lo que consideran que es correcto, y no lo que todo el mundo piensa. También contrate gente que no le guste o con la que se sienta incómodo, ya que si sólo contratamos gente que nos gusta obtendremos siempre de lo mismo. La gente que nos hace sentir incómodos es porque tienen potencial para cambiar las cosas.
¿Entonces, cuándo algo se convierte en una gran idea?
Se debe aprender cómo y cuándo pelear por una idea. No es recomendable hacerlo en el proceso de generación de éstas, ni cuando las decisiones están tomadas: en ese momento es necesario el compromiso. El optimismo es un factor fundamental en la innovación, ya que cuando se confía en una idea, es más factible realizarla. Sin embargo, debe matizarse con una porción de pesimismo realista. En ocasiones, el mejor management es el que menos se nota. La creatividad se coarta donde existe menos espacio para el fallo.