Es muy importante que te conozcas a ti mismo y que, en función de tus puntos débiles, elijas la mejor configuración para tu bolsillo.

 

Aunque no todos necesitamos o podemos manejar una tarjeta de crédito, sí creo que todos debemos tener una cuenta bancaria con tarjeta de débito.

 

Recordemos que, en promedio, en países como México la inflación ha sido de 4% anual, y este año se acerca peligrosamente al 7%. Eso significa que en 10 años de dinero en el colchón podrías perder ¡hasta 70% de tus ahorros!

 

Y aunque tener el dinero guardado en el banco tampoco te ayudará,  tu cuenta bancaria es necesaria para acceder a instrumentos de inversión más decentes, como cetesdirecto.com u otros.

 

La pregunta es si deberíamos llevar la tarjeta con nosotros en todo momento, porque en la práctica casi todos traemos algo de efectivo: la señora de los tlacoyos, el conductor del camión y el vendedor de mameyes no aceptan tarjeta.

 

Algunos estudios muestran que pagar con efectivo te ayuda a gastar menos, pero la mayoría son hechos en países “ricos”. Otros investigaciones de países en desarrollo parecen indicar que a muchas personas les da “pena” pagar con el plástico, y no cargar efectivo les ayuda a gastar menos.

 

Las condiciones de nuestra comunidad, hábitos y actitudes pueden ser determinantes para que una u otra estrategia funcione mejor. Por eso hoy te diré algunas ventajas y desventajas de usar tarjeta,  que pueden ayudarte a decidir cuál te conviene más.

 

 

1. Herramienta para totaleros

 

Las tarjetas de crédito son peligrosas para ciertas personas. Si perteneces a esta categoría, cuídate de tener sólo tarjetas de débito.

 

Pero si tú eres “totalero”, es decir, siempre liquidas el saldo total de tu tarjeta antes de que venza, y por ello nunca pagas intereses, entonces no importa si tu tarjeta es de crédito o débito.

 

2. Seguro contra asaltos

 

La tarjeta es importante para compras grandes porque, si te asaltan, solamente debes reportar la tarjeta como robada, ¡y listo! También evitas que te toque un billete falso.

 

3. La practicidad

 

La tarjeta es relativamente práctica. No debes cargar cambio, ni buscar billetes. Aunque normalmente sí debes mostrar tu identificación y firmar. Además, facilita llevar un registro de tus gastos para controlarlos mejor; podrás ver tus ingresos y egresos con tan solo mirar tu estado de cuenta.

 

 

4. Los “puntos”

 

Algunas tarjetas dan “puntos”, “millas” o algún otro incentivo con las compras. Si esto no te lleva a gastar de más, es muy recomendable aprovecharlos.

 

5. Comprar sin salir de casa

 

Las tarjetas te permiten comprar en línea, lo cual es magnífico si eres de las personas que regresan del centro comercial con más cosas de las necesarias. Es posible que gastes menos si evitas las tiendas, que están diseñadas por expertos para hacerte gastar, y ponen frente a ti el olor, textura y aroma de tantos productos tentadores.

 

7. Automatiza tus finanzas

 

Con tu tarjeta puedes automatizar tus pagos e inversiones, y con esto evitarás salir de casa innecesariamente o gastar un dinero que te habías propuesto invertir.

 

 

1. Cuando no la aceptan

 

La tarjeta es muy práctica hasta que llegas a un lugar que debería aceptarla y te dicen: “no pasa”, “no hay sistema”, “ya no aceptamos” o “no se aplica descuento si paga con tarjeta”.  

 

2. La delincuencia

 

Aunque la tarjeta puede ser de ayuda si sufres un asalto, también hay casos de gente secuestrada durante días para que el titular retire el máximo hasta vaciar la cuenta.

 

Para evitar esto, mucha gente conserva un saldo bajo en la tarjeta que usa diario, y el resto de su dinero está en inversiones o cuentas aparte. Para que la tarjeta te ayude, es importante saber cómo proteger su seguridad.

 

Es necesario estar alertas al usarla. Una estrategia para reducir el riesgo de que te defrauden es pedir a tu banco que te envíe notificaciones al celular o correo cuando se haga cualquier cargo. De esa manera podrás saber si alguien está comprando con el dinero de tu cuenta.

 

3. La practicidad

 

La practicidad de la tarjeta puede ser una de sus mayores desventajas. Si se te antoja algo pero no te alcanza con el efectivo que traes, es poco probable que vayas hasta tu casa por más dinero. En cambio la tarjeta pone a tu disposición constante una mayor cantidad de dinero, y eso puede tener funestas consecuencias en algunas personas. Si es tu caso, mejor carga efectivo.

 

4. No duele igual

 

Contar uno a uno los billetes para pagar te hace más consciente del monto. Cuando estás seguro de tu compra, esto no es tan importante, pero cuando tienes dudas sobre lo que estás comprando, el pago en efectivo puede ser un buen momento para reflexionar y arrepentirte.

 

Es muy importante que encuentres la combinación perfecta entre tarjeta y efectivo. ¿Cómo se ve tu cartera?

Edith Esquivel/ Dinero en Imagen