Bruno Novella, profesor de Dirección Estratégica de Pacífico Business School, refiere sobre el tema.
El entendido pensador del mundo de la administración Peter Drucker, afirmaba que comunicar de manera eficaz es uno de los principales objetivos de un directivo. Para lograrlo, pueden existir tantas fórmulas como organizaciones en el mundo. Lo que ya es un hecho es que la tecnología ha obligado a re pensar la comunicación directiva. Acortar distancias, conectarse a sedes remotas, personalizar mensajes y aproximarnos a las personas.
¿Cuáles son los verdaderos beneficios que la tecnoología le otorga a un líder? El éxito de este proceso comunicativo está en el planteamiento y desarrollo de una estrategia por encima de la riqueza de las plataformas o herramientas tecnológicas.
Desde una perspectiva muy optimista, en empresas con un número de empleados mayor a los tres dígitos, con oficinas en distintas partes, es probable que los colaboradores u operarios hayan visto menos de 10 veces a su CEO. Muchos directivos son partidarios de que esto no pase más. Según un estudio de McKinsey, los nuevos CEO´s buscan que los colaboradores no los sigan por ostentar un cargo, sino por la forma cómo conducen la empresa, a partir de una genuina preocupación por el equipo. La posibilidad de comunicarse con ellos, superando barreras geográficas y burocráticas cumple un rol especial y clave. Sin embargo, se debe saber qué tipo de información y mensajes se compartirán, el tiempo de coordinación logística, entre otros.
Modelos como los de la comunicación vertical y descendente, que tenían paradas obligatorias en cada puesto de mando, están desfasándose gracias a la tecnología. Ciertos mensajes e información se pueden comunicar a cientos o miles de colaboradores de forma real y simultánea. Comunicarse con el líder, sin importar su cargo y ubicación, favorece el díalogo y es una forma de reconocimiento, motivación, fidelización y cercanía.
Si combinamos adecuadamente comunicación y tecnología podemos estar hablando de altos impactos en la empresa. Por ejemplo, se puede obtener una reducción de aproximadamente el 70% en costos y tiempo por desplazamientos. Además le da al directivo la posibilidad de agendar estos encuentros cada vez que considere necesario.
Las oportunidades que ofrecen estás herramientas deben aprovecharse teniendo en cuenta objetivos claros al momento de comunicar, considerar qué tipo de información compartir y en qué momento realizar estas reuniones. En primer lugar, los directivos deben tener en claro que la información a difundir no debe poner en riesgo a la empresa o el clima laboral. Esta puede ser pública y estar disponible, pero el solo hecho de que sea el propio líder quien la comparte con sus colaboradores le da un matiz distinto, pues permite que sea él quien le dé la interpretación.
Los directivos, asesorados por especialistas, deben entender el sentido de oportunidad de cada herramienta tecnológica. Pensar estratégicamente involucra definir el objetivo, una periodicidad, un lenguaje y una priorización de hechos a compartir. Es clave entender que lo relevante siempre será el mensaje y que las herramientas tecnológicas son un medio para acelerar su difusión.