A través de historias cortas que mezclan el humor y las aventuras, la empresa Gymglish se ha abierto paso en el mundo. Su CEO, Benjamin Levy, explica que conscientes de la difícil situación producto de la pandemia, ofrecieron acceso gratuito a uno de sus cursos durante un mes.
Hace 16 años que Antoine Brenner y Benjamin Levy fundaron el centro de idiomas Gymglish. Un año antes habían visto que los recursos pedagógicos en línea eran abundantes, pero poco utilizados, por lo que pensaron en crear algo con el objetivo de la motivación, la asiduidad y el progreso de los estudiantes.
Hoy, en 2020, la empresa está compuesta por 50 personas de 20 nacionalidades y tiene oficinas en París, Burdeos y Tel Aviv.
Gymglish funciona de la siguiente manera: una vez que la persona se inscribe recibe una lección personalizada cada mañana. Este contenido puede ser escrito, visual o en audio, con preguntas y una corrección. El estudiante se toma, entonces, "10 minutos al día, 15 minutos con la corrección, de 3 a 5 veces por semana", explica Benjamin Levy, CEO de Gymglish, quien añade que "son actividades breves, pero regulares y duraderas. Es un cóctel de contenidos personalizados, adaptados al nivel y a las expectativas de cada usuario y que tiene en cuenta el impacto del tiempo y del olvido".
Imparten inglés para hacer negocios, francés, español y alemán. Hasta ahora, los idiomas más populares por los estudiantes son el inglés y el francés con la formación Frantastique. Recientemente, indica Levy, "hemos lanzado dos nuevos cursos de idiomas: español con Hotel Borbollón y alemán con Wunderbla, y estamos muy orgullosos de su éxito".
Se enseña a través de historias cortas que mezclan el humor y las aventuras con personajes extravagantes. Todo esto para estimular la motivación y la constancia. Al final de la formación, los usuarios reciben su diploma certificado con el conjunto de las estadísticas de nivel.
Los suscriptores de la plataforma van de jóvenes a jubilados, pasando por profesionales, de principiantes a avanzados. Levy dice que "en cuanto a su situación geográfica, se sitúan principalmente en Europa y América del Norte, pero hemos notado igualmente una tasa de inscripción creciente en Asia y América Latina".
"Ahora hay muchos soportes disponibles y medios todavía más diversificados y, desde hace un tiempo, accesibles a todas las personas que disponen de un smartphone. Parece que ya no hay ningún tema que no podamos aprender en línea. Para establecer un paralelismo con 'el mundo fuera de línea', es como si todas las personas tuvieran una biblioteca debajo de su casa, abierta las 24 horas los siete días de la semana, exhaustiva y a menudo gratuita. A pesar de eso, tener una biblioteca debajo de casa no significa que vayamos a aprender cualquier cosa. Es necesario ponerse con regularidad, encontrar buenas obras, leerlas, probablemente releerlas para aprender, memorizar, progresar, etc. Así que, la disponibilidad de los recursos para aprender no se traduce en experiencias de aprendizaje exitosas", explica Levy.
A continuación, el CEO de Gymglish responde a nuestras consultas:
-¿Por qué crearon la plataforma enfocándose en el microaprendizaje? ¿Tenían evidencia que de que daba buenos resultados para aprender?
El microlearning es una innovación reciente en el mundo de las EdTech y realmente no empezó a abrirse camino hasta el 2010. Además, se trataba de un concepto que estaba lejos de lograr la unanimidad, aunque Gymglish fue uno de los primeros promotores. En aquella época, el e-learning significaba crear “plataformas” para poner a disposición un máximo de recursos pedagógicos, pero sabíamos que esto no era suficiente. De hecho, no nos definimos como una “plataforma”, ante todo, somos un servicio, un curso, una formación.
-Aprender un nuevo idioma es a veces complejo para algunos y más aún si es online, ¿de qué manera buscan que la gente inscrita permanezca en la plataforma y finalicen los cursos?
Aprender un idioma extranjero es particularmente difícil, sobre todo cuando estamos solos delante de una pantalla. Ofrecemos soluciones y una metodología que favorece la motivación y la asiduidad, lo que conduce al progreso de los estudiantes.
Registramos un nivel muy bueno de asiduidad (aproximadamente de un 80 %) y estamos convencidos de que esto es debido a nuestro método. Si tuviéramos que resumir nuestra metodología, se dividiría en dos grandes pilares: la tecnología (con nuestro sistema de Inteligencia Artificial, adaptive learning, etc.) y el contenido de nuestras lecciones.
Aprender un idioma no se resume en aprender las nociones pedagógicas. Un idioma es también una cultura. Para cada uno de nuestros cursos de idiomas, ofrecemos a nuestros usuarios un universo cultural específico, personajes extravagantes, acentos distintos, situaciones personales y profesionales variadas. Explicar historias divertidas permite no solo estimular la motivación y la memorización, sino también abordar las distintas maneras de comunicar, de vivir y de trabajar juntos.
-Entregan un certificado, ¿tienen convenio con algún instituto de idiomas o universidad?
Al final de la formación, cada estudiante recibe su diploma certificado con el conjunto de las estadísticas de nivel. Este certificado muestra no solo los niveles alcanzados al final de la formación, sino también las actividades de aprendizaje y las revisiones, el porcentaje de participación, el tiempo de formación, las lecciones tratadas, etc.
-¿Han sumado alianzas desde que se lanzó Gymglish?
Trabajamos a nivel internacional con más de 400 escuelas de idiomas y universidades colaboradoras desde el lanzamiento de Gymglish en 2004. Estos colaboradores combinan nuestros cursos con su experiencia de programas presenciales o estancias lingüísticas. Algunos, incluso, proponen fórmulas en Blended Learning.
Las universidades y centros de enseñanza superior son ante todo nuestros socios y gracias a nuestros cursos en línea, sus estudiantes se benefician de un complemento pedagógico aparte de los cursos presenciales con un profesor.
-¿Cuáles son las principales barreras que han identificado para aprender un segundo idioma?
El dominio de un idioma extranjero es un proceso interminable y puede tomar meses, incluso años. Para asegurar un dominio completo del idioma, no nos tenemos que contentar sólo con aprender puntos de gramática y palabras de vocabulario, sino también en revisar un poco los conceptos, incluso los que no se dominan, y recurrir a la memoria para que el contenido sea asimilado en el tiempo. Confiamos en los esfuerzos de aprendizaje concisos pero regulares y duraderos. Es así que la motivación y la asiduidad toman todo su sentido en el aprendizaje de cualquier segundo idioma.
-¿Qué técnicas aconsejarían para absorber un nuevo idioma?
Recomendamos evitar concentrarse únicamente en la gramática o en la lingüística y poner el acento, sobre todo, en el contexto y en el lado idiomático de la lengua (el uso, la vida cotidiana, las historias…). En realidad, nuestro enfoque se puede comparar a la manera en que los niños aprenden idiomas extranjeros, es decir, ¡sin ahogarse obligatoriamente en las nociones aburridas de la gramática!
-¿Con qué tipo de actividades los inscritos a Gymglish pueden complementar sus estudios?
Estamos convencidos de que el e-learning es una solución ideal para las personas que buscan formaciones flexibles y quieren beneficiarse de un acompañamiento personalizado. Sin embargo, hay evidencia de que la comunicación oral (con un profesor por ejemplo) es la mejor manera de mejorar cuando se trata de aprender un idioma extranjero. Para completar este aprendizaje, sugerimos cursos con un profesor (en línea o no), grupos de discusión o de sumergirse en la cultura del idioma (películas, series, música…).
-¿Han aumentado los inscritos por el confinamiento a causa de la pandemia?
Por supuesto, la gente está confinada, por lo que se encuentra en su casa sin posibilidad de seguir los cursos presenciales. Algunos buscan actividades, sobre todo en línea, y se establecen objetivos de aprendizaje para seguir durante el confinamiento. Somos conscientes de esta situación difícil y al ofrecer acceso gratuito durante un mes a uno de nuestros cursos (inglés, francés, español o alemán), desde que empezó el confinamiento, ha aumentado considerablemente nuestras inscripciones.
-¿Creen que de ahora en adelante se valore mucho más la educación online? De esta forma, ¿qué tipo de cuidados deben tener las instituciones que buscan potenciar la enseñanza e-learning?
Sí, pensamos que éste será el caso. Los servicios en línea serán revalorizados por extensión (firmar un contrato en línea, enviar un correo, reunirse, llamar por teléfono…).
Para promocionar el e-learning, pensamos que es necesario hablar de los mismos desafíos que teníamos antes de la crisis del COVID-19. No porque los recursos pedagógicos estén disponibles fuera de línea o en línea vamos forzosamente a aprender o progresar en los temas que nos interesan. Confinados o no, somos humanos con una capacidad de concentración más bien débil. Motivados, por supuesto, pero durante un tiempo limitado, sobre todo, delante de una pantalla. Hay que añadir a eso nuestra tendencia natural a olvidar rápidamente lo que aprendemos.
Coronavirus o no, confinamiento o no, el e-learning tiene que, ante todo, interesarse por los usos de los estudiantes, su ritmo de vida, su psicología y sus capacidades e incapacidades muy humanas a mantenerse concentrados, motivados, aplicados a largo plazo. Es necesario desarrollar herramientas que favorezcan la asiduidad, como las nuestras: una tecnología pertinente y contenidos lúdicos.
