La descentralización y el empoderamiento pueden hacer que las compañías salgan más rápido de esta situación.
Es época de crisis. A mi vecina ya la descansaron y no sabe cuándo regresará al trabajo. A un amigo le bajaron el sueldo. Siento que trabajo más desde casa. Éstas son frases que cada vez se vuelven más frecuentes y es que la pandemia del coronavirus está a afectando la economía de los mexicanos, pero no sólo eso, ya está invadiendo la salud mental.
Como empresa puedes ayudar a que la pandemia del COVID-19 repercuta lo menos posible en la salud mental de tus colaborares, algo tan simple como una buena comunicación ayuda a mantener la tranquilidad.
“Las empresas que han mostrado mayor interés por sus empleados en la crisis son las que salen más delante de la mejor manera”, dijo Paulo Espindula, líder de Servicios de Asesoría de Personas para EY Latinoamérica del norte.
Durante su participación en el webinar “Seguridad operativa, empoderamiento de la fuerza de trabajo”, realizado por Amedirh, dijo que no hay que asumir que la gente está bien, “no dejen de hablarles, de preguntarles cómo están, antes de ver cómo va la operación del negocio”.
Es cierto que la pandemia del coronavirus vino a revolucionar la forma de trabajo y ahora se labora a distancia, se hacen conferencias remotas, pero eso no es pretexto para no estar al pendiente del talento, de saber qué necesitan para realizar su trabajo.
Ahora, con el trabajo a distancia, lejos quedarán los días en que no se podría hacer una junta si el jefe no estaba presente o el no poder tomar una decisión sí el líder no opina al respecto. “La descentralización y empoderamiento va a flexibilizar para que las compañías salgan más rápido”, detalló Espindula.
Somos seres que conviven
La salud no sólo es física, también emocional, y es que ahora estamos encerrados, trabajando desde casa y lidiando con los quehaceres de la casa, los hijos y generando juntas a distancia.
Espindula mencionó que en Latinoamérica estamos acostumbrados a la comunicación de interacción, a ver a los compañeros de trabajo, a los clientes y cuesta hacer home office.
Carolina González, socia responsable de la Práctica de Servicios de Asesoría de Personas para Latinoamérica del norte en EY, dijo que existen estudios que indican que la gente que trabaja desde casa es 15% más productiva, pero la situación ha cambiado, quien hacía home office era por decisión propia.
Estas personas destinaban un lugar para trabajar, alejado del ruido, los niños estaban en la escuela y la pareja en el trabajo o su lugar designado en la casa para trabajar. Ahora, la situación es completamente diferente, estamos obligados a laborar desde nuestro hogar, los hijos no van a la escuela y requieren apoyo para hacen tareas en línea.
Éstas son complicaciones con las que se batallan día a día y que el líder deber comprender para cuidar la salud de los trabajadores. El líder puede empezar por preguntar por las inquietudes de los directores de área, y ellos al personal a su cargo.
También puede someterse a votación la mejor hora para hacer videollamadas y ofrecer herramientas que ayuden a hacer sus tareas más fáciles, incluso dar acceso a clases en línea para desarrollar nuevas habilidades o hacer ejercicio de meditación. Es verdad que las empresas han reducido gastos, pero existen plataformas gratuitas y otras económicas que permiten adquirir nuevo conocimiento.