Cabe recordar que Gol se encuentra desde mediados del pasado año en el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, y actualmente está en negociaciones con inversores para obtener distintas fuentes de financiación.
Cabe recordar que en la última semana ambas aerolíneas han suscrito un acuerdo de código compartido, con el fin de conectar sus redes de vuelo.
Así lo ha explicado la compañía dentro de la presentación de su plan financiero a cinco años, en el que recoge sus estimaciones del margen Ebitda y de crecimiento de flota.
Esta asociación cubre todas las rutas nacionales operadas exclusivamente, es decir, rutas operadas por una de las dos compañías pero no por la otra. Azul y Gol operan aproximadamente 1.500 salidas diarias.
La compañía se acogió en enero al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, ya que tiene que hacer frente a una pesada carga de deuda tras la caída del tráfico debida al COVID y a los retrasos en las entregas de Boeing.
A pesar de que las tarifas subieron el año pasado por el aumento de la demanda de transporte aéreo, las finanzas de ambas compañías se han visto afectadas por el encarecimiento del combustible y los retrasos en la producción de nuevos aviones.
El consejero delegado de Gol, Celso Ferrer, y el consejero delegado de Aerolíneas Argentinas, Fabián Lombardo, han sido los encargados de firmar un acuerdo que les permitirá a sus clientes viajar a Bogotá vía Ezeiza a través del nuevo vuelo de Gol.
Las acciones de la compañía se negociaban este viernes a un precio de 2,62 reales brasileños (US$ 0,53), lo que supone una caída del 2,24% desde el día anterior. En la semana, la compañía acumula un retroceso de su valor de cinco días del 55%, con el mayor descenso el pasado lunes.
Los títulos de la compañía han retrocedido por encima del 11,3%, quedándose en un precio de 5,25 reales brasileños (US$ 1,07). Mientras que desde el pasado viernes, sus acciones en la Bolsa de Estados Unidos se encuentran suspendidas de cotización.
En el tercer trimestre del año, la aerolínea registró pérdidas por valor de US$ 267 millones, lo que supone una reducción del 16% respecto a los "números rojos" del mismo trimestre del año anterior.
En concreto, la cifra de negocio se elevó un 16,3% interanual, hasta los US$ 951,4 millones. Frente al tercer trimestre de 2019, los ingresos son un 25,8% superiores.
La decisión busca fortalecer la colaboración y explorar oportunidades entre las dos organizaciones, específicamente en las áreas comerciales, de operaciones y tecnología.
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