Todos los ojos están sobre Lisboa, donde el Parlamento tiene previsto votar un proyecto sobre financiamiento regional, una prueba crucial de la capacidad gubernamental para frenar el gasto público, que se disparó en el bloque de 16 países en reacción a la crisis económica.
Lisboa. El euro, las acciones y los bonos de los endeudados miembros de la zona euro caían por segunda jornada consecutiva este viernes, por temores sobre Portugal y otras deudas soberanas de Europa, lo que empujaba a los inversionistas a los activos considerados refugios seguros.
Todos los ojos están sobre Lisboa, donde el Parlamento tiene previsto votar un proyecto sobre financiamiento regional que los mercados ven como una prueba crucial de la capacidad gubernamental para frenar el gasto público, que se disparó en el bloque de 16 países en reacción a la crisis económica.
El gobierno en Lisboa dice que el proyecto de la oposición, que fue aprobado por una comisión el jueves, perjudicaría su capacidad de reducir un déficit presupuestario, que se espera totalice 8,3% del Producto Interno Bruto (PIB) este año.
Junto a Grecia y España, Portugal es uno de los países del bloque euro que enfrentan intensas presiones para que pongan sus finanzas en orden y calmen a los mercados sobre los riesgos de una moratoria de su deuda soberana.
Analistas ya no descartan la posibilidad de que un miembro más pequeño del bloque, como Grecia, pueda ser expulsado, aunque muchos piensan que la unión monetaria sobrevivirá.
En un reflejo del alcance de las preocupaciones, los inversionistas en Estados Unidos y Asia salieron de los activos de riesgo durante la noche y se trasladaron a la seguridad de los bonos del Tesoro estadounidense y del yen japonés.
"El mercado está observando de cerca la capacidad de cada país de pagar sus deudas. Si la confianza se pierde, las tasas subirán significativamente", dijo Erkki Liikanen, miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo.
El euro caía por debajo de 1,37 dólares, su menor nivel desde mayo del 2009. También se hundía frente a otras monedas consideradas refugio como el franco suizo, lo que obligó a que el Banco Nacional de Suiza adoptara la medida inusual de intervenir en el mercado.
Las acciones griegas caían 2,8% en la mañana, mientras que las portuguesas y españolas cedían cerca del 2%, tras hundirse entre 5 y 6% el jueves.
El costo de asegurar la deuda gubernamental de Grecia, Portugal y España contra una moratoria se disparó a máximos históricos y los rendimientos sobre los bonos de los tres países comparados con los referenciales alemanes Bunds también ascendían con fuerza, señal del mayor nerviosismo de los inversionistas por las divergencias fiscales en la zona euro.
"Ahora hay una significativa presión a la baja sobre los índices globales, se está extendiendo el temor a que la situación en Grecia pueda arrastrarse a otras economías europeas débiles", comentó Owen Ireland, analista de ODL Securities. "La confianza está extremadamente quebradiza", agregó.
Grecia intenta tranquilizar. El primer ministro griego, George Papandreou, en una visita a Nueva Delhi, intentó tranquilizar a los escépticos sobre la capacidad de su gobierno de llevar adelante medidas de austeridad para reducir sus niveles de deuda y de déficit.
"Puedo entender las dudas, pero eso es el por qué tenemos que demostrarlo. Aplicaremos de manera creíble este programa", dijo Papandreou.
Grecia se ha comprometido a reducir su déficit presupuestario en 4 puntos porcentuales, a 8,7% del PIB este año, por debajo del 12,7% en 2009.
Esta semana, la Comisión Europea aprobó con condiciones un plan trienal de Grecia para reducir su déficit, dándole un alivio temporal.
Pero los mercados aún tienen dudas sobre la capacidad de Papandreou de llevar a cabo su programa en medio de las amenazas de tensiones sociales en un país con una historia de violentas protestas.
Funcionarios de impuestos griegos iniciaron una serie de huelgas contra el plan de austeridad el jueves y para el 10 de febrero está fijada una gran paralización del sector público.
La amenaza de descontento social también se ha elevado en España, donde las críticas al primer ministro José Luis Rodríguez Zapatero van en aumento.
Sindicatos españoles dijeron el jueves que llevarán a cabo protestas y la oposición ha amenazado con un voto de no confianza en el Parlamento, una medida que podría derribar al gobierno.
Se prevé que el viernes, el gobierno hispano detalle sus reformas laborales. El desempleo en España, cuya economía se ha hundido desde que explotó la burbuja inmobiliaria, es de casi el 20%.