Así lo manifestó George Ormond, uno de los productores de National Treasure, serie que aborda un caso que escandalizó al Reino Unido.
El productor de TV George Ormond se manifestó partidario de "empoderar" a víctimas y testigos como una estrategia para combatir los abusos en la industria del espectáculo. En dupla con George Faber, participó como productor ejecutivo de la serie británica National Treasure, estrenada en Channel 4 y emitida en América Latina por DirecTV. La ganadora del Bafta a Mejor Miniserie presenta una versión libre del escándalo que protagonizó Jimmy Savile.
- ¿Cómo definiría la experiencia de trabajar con profesionales de gran trayectoria en puestos claves de la serie, como la dirección (Mark Munden), el guión (Jack Thorne) y el reparto (Coltrane y Walters)?
- Es difícil encontrar una producción donde las estrellas se alinean y todo fluye adecuadamente como lo que sucedió en National Treasure. Jack Thorne (guionista y productor de la serie) desde un principio tuvo una visión muy clara para la serie, y desde el primer borrador del guion para el primer episodio, tuvo un enfoque increíblemente seguro, emocionalmente complejo y preparado para sorprender a la audiencia. La escena con los personajes de Dee y Paul en el primer episodio, por ejemplo, es realmente sorprendente y supimos al leerlo que necesitaríamos un elenco extraordinario para lograr realizarla. También supimos que era exactamente el tipo de guion atractivo.
Marc Munden (director y productor) estuvo involucrado desde el principio y construyó una relación muy fuerte con Jack (Thorne), en cada reunión de guion y, cuando llegó el momento de filmar, habían pasado tres semanas en ensayos. Jack es muy riguroso con los ensayos: examina cada escena de manera muy detallada y eso realmente se ve en la pantalla. No hay nada convencional en la manera en la que trabaja, porque cada proyecto que hace es completamente individual, busca la forma de contar una historia a través del look, la cinematografía, la música, el diseño para llegar al corazón de la serie. La visión de Marc junto con el guion de Jack ha creado una combinación emocionante.
Creo que es por esa combinación que pudimos atraer a nuestro elenco. Robbie Coltrane y Julie Walters reaccionaron al guion, a los personajes y a la oportunidad de trabajar con Marc. Andrea Riseborough había trabajado con Marc en The Devil’s Whore, una serie de cuatro capítulos para Channel 4 hace unos años. Los tres miembros de nuestro elenco principal trajeron una actuación con diferentes niveles de complejidad, humana y convincente. Ver el resultado de cada día de filmación fue muy emocionante.
- ¿Qué expectativas tiene con "National Treasure" en América Latina, considerando que las preferencias se las llevan series de factura local o bien la fantasía y la violencia explícita de Narcos, The Walking Dead o Game of Thrones?
- La premisa de la serie es muy simple, muy emotiva y universal: ¿qué haría si mi marido o padre fuera acusado de un crimen como este? Entonces espero que la audiencia de América Latina encuentre una conexión con National Treasure. La televisión nunca ha estado tan saturada y eso es una verdad tanto para el Reino Unido como para América Latina.
Nosotros también competimos con grandes series como Narcos, The Walking Dead y Game of Thrones. Pero percibimos que National Treasure atrajo una gran audiencia porque los espectadores sintieron una conexión con la premisa de la serie. La serie también nos pone en los zapatos de la familia. Ignorar si Paul es inocente o culpable resulta una experiencia irresistible para la audiencia.
- La serie se inspira en un sonado caso de abusos ligados a celebridades, que bien puede asemejarse al que hoy protagoniza Harvey Weinstein. ¿Qué debe hacer la industria del cine y la TV para luchar contra el problema y evitar que hechos así se repitan en el futuro?
- Ya sea en el cine o en la vida real, los abusadores nacen donde hay un desbalance de poder y donde las victimas sienten que no se les creerá.
Tenemos que empoderar a las personas para que denuncien abusos de poder y aclarar que se les apoyará y creerá si son víctimas o testigos. También necesitamos que aquellos en posiciones de poder –y no solo los muy poderosos con Harvey Weinstein– estén conscientes de su poder y de la responsabilidad que eso representa. Tenemos que motivar a los observadores y testigos de un mal comportamiento a tomar responsabilidad y denunciarlo. Es difícil denunciar un comportamiento inapropiado –dado que nuestro instinto es hacerlo aceptable– pero es necesario.
Es responsabilidad de los empleadores, uniones, estudios, emisoras, agentes e individuos lograr eso; todos tenemos que asumir la responsabilidad y reconocer las cosas que son únicas de la industria en la que trabajamos. Tenemos directrices en toda la industria para trabajar con menores, por ejemplo, o para la seguridad en el set de rodaje, y estas cosas ahora son aceptadas como la norma. Sería bueno empezar a crear algo similar para prevenir el acoso sexual.
