Por 25 años, la película fue golpeada por obstáculos financieros, legales y logísticos, además de la muerte de sus actores.
El actor y cineasta británico Terry Gilliam finalmente logró llevar a una sala de cine su epopeya “El hombre que mató a Don Quijote”, después de una lucha de 25 años por terminar una película golpeada por obstáculos financieros, legales y logísticos, además de la muerte.
Dedicada a la memoria de John Hurt y Jean Rochefort, dos actores fallecidos que protagonizaron anteriores versiones inconclusas, la película cuenta con Jonathan Pryce, un colaborador de Gilliam, como don Quijote, junto al actor de Star Wars Adam Driver como Sancho Panza.
“Fui víctima de Don Quijote, no me dejó solo. Me acechó durante 24 o 25 años”, dijo Gilliam a Reuters en el Festival de Cine de Cannes.
“No es la película que me propuse hacer, es una película mucho mejor. La película que me propuse no era ni un pedazo de lo que es esta película. Han sido necesarios todos esos años de marinaje en mi vida para llegar allí”, explicó Gilliam antes del estreno mundial de la película.
Una versión protagonizada por Johnny Depp y Vanessa Paradis llegó a la pantalla como “Perdidos en La Mancha”, un documental estrenado en 2002.
Inicialmente, la trama trataba sobre un hombre que se despierta en el siglo XVII, creyendo que es el héroe de la novela de Miguel de Cervantes.
En la versión final, Driver interpreta a un detestable director de anuncios de televisión que se da cuenta de que la ubicación española en la que está filmando está cerca de donde realizó su película “El hombre que mató a Don Quijote”, una década antes.
Driver, quien protagoniza otra importante película estrenada en Cannes -“BlacKkKlansman”, de Spike Lee- dijo que era “surrealista” estar trabajando con directores cuyo trabajo creció viendo durante muchos años.
Tras actuar en “Silencio” de Martin Scorsese en 2016, que también tardó décadas en hacerse, no le intimidó unirse a este proyecto.
“Cualquier película que se realice actualmente es un milagro”, dijo Driver. “Si alguien ha vivido con algo durante tanto tiempo y tiene una fuerte voluntad para hacerlo, inevitablemente será interesante”.