La compañía suma casi US$ 35.000 millones de deuda desde que adquirió el negocio de genéricos de Allergan Actavis por US$ 40.500 millones.
Teva Pharmaceutical Industries recortará su plantilla en más de un cuarto, abandonará muchas de sus plantas de producción y suspenderá el dividendo para las acciones ordinarias, en una reestructuración ampliamente anticipada para ayudar a pagar su deuda.
La empresa con sede en Israel, la mayor fabricante de genéricos del mundo, dijo el jueves que recortará unos 14.000 empleos en todo el mundo, la mayoría de ellos en 2018.
El plan de reestructuración de dos años busca reducir la base de costos de Teva en US$ 3.000 millones para finales de 2019, ante una base de costos estimada en US$ 16.100 millones para 2017.
Las acciones de Teva subían un 13,5% en la Bolsa de Nueva York, pero han caído un 53 por ciento desde enero.
Teva, que suma casi US$ 35.000 millones de deuda desde que adquirió el negocio de genéricos de Allergan Actavis por US$ 40.500 millones, ha realizado una serie de cambios desde que Kare Schultz fue nombrado consejero delegado el 1 de noviembre.
Teva espera una carga por la reestructuración en 2018 de al menos US$ 700 millones, principalmente en el segundo y tercer trimestre y por costos de despidos.
Los inversores han cuestionado cómo hará Teva para pagar su deuda en los próximos años. En una conferencia con analistas, Schultz dijo que la empresa emplearía el flujo de caja para reducir la deuda, centrándose inicialmente en la bancaria.
"No tenemos planes de ampliar capital, a corto ni a largo plazo", sostuvo Schultz en diálogo con Reuters.