Por Victor Bohorquez, profesor de la Universidad de Lima y Director de Desarrollo de Negocios en UNIKEMIA.
Las tecnologías de la información y comunicaciones (TICs) han revolucionado todos los campos del saber, por lo que el sector de salud no iba a ser la excepción. Si hacemos un repaso a los beneficios que nos brindan las TICs podemos mencionar una serie de herramientas que nos permiten no solo ahorro de tiempo en consultas médicas, sino también menos papeleo debido a una mejor gestión de las historias médicas y del procesamiento de las recetas, contacto en tiempo real con profesionales de la salud, mejor control de la salud especialmente en enfermedades crónicas, apoyo a toma de decisiones sobre cierto tipo de enfermedades, obtención de información de fuentes confiables, acceso electrónico seguro a información personalizada y de acuerdo al nivel de acceso de cada uno, etc. El objetivo principal del uso de las TICs en el campo de la salud no es otro que lograr que las personas vivan más y mejor.
Como siempre, no todo es color de rosa, y hay que ser conscientes que hay una serie de barreras que limitan el aprovechamiento de las TICs en el sector salud. Por ejemplo, las diferentes iniciativas para desarrollar sistemas de información de salud (HIS por sus siglas en inglés) no han sido coordinadas adecuadamente, debido a que existe, especialmente en países en desarrollo, una gran complejidad organizacional entre los diferentes actores involucrados, teniendo una serie de estructuras organizacionales fragmentadas que han desarrollado sus propios HIS de alcance local, muchos de los cuales recolectan la misma información pero en diferentes formatos, generando inconsistencias cuando se busca la interoperabilidad entre las diferentes aplicaciones. Además, no se han tenido en cuenta estándares centrales, que permitan la escalabilidad de dichos sistemas, ni tampoco su sostenibilidad en el tiempo.
Sin embargo, hay muchas oportunidades para sacarle provecho a las TICs, especialmente para dar apoyo a actividades relacionadas con el cuidado de la salud de manera remota, ya que nos ofrecen una plataforma adecuada para que pacientes y expertos de la salud intercambien información y compartan experiencias sobre diversas enfermedades, así como para que tengan acceso a diversas opciones para su tratamiento; sin dejar de lado el apoyo emocional que conlleva a que dichos pacientes mantengan su optimismo, y que aprendan a conocer mejor las características de su enfermedad para que puedan lidiar mejor con ella, reduciendo la ansiedad, y aliviando trastornos del estado de ánimo. El conocer a pacientes que tengan la misma enfermedad hace que generen una identidad compartida, logrando que manejen mejor la adversidad, motivando a todos los participantes a ayudarse y apoyarse mutuamente.
En ese sentido, no solo el gobierno, sino también las entidades públicas y privadas de salud, deben aprovechar el potencial de las TICs, como complemento de los programas de salud existentes, ya que pueden ser usadas para mejorar la toma de decisiones combinando la información proporcionada por expertos en salud con datos clínicos de cada paciente y otras medidas de su comportamiento. Para ese fin, es de vital importancia que se promuevan políticas relacionadas con la expansión del acceso a Internet y la infraestructura de banda ancha en zonas rurales, ya que el objetivo debe ser traspasar barreras geográficas, y dar acceso a estas plataformas a toda la población, favoreciendo a residentes de zonas rurales o remotas para que puedan tener acceso a información de calidad, y que puedan aprender sobre su enfermedad motivándose gracias al apoyo brindado por comunidades de salud en línea.
En conclusión, para impulsar la relación entre TICs y salud es necesario que tanto el gobierno, como el sector público y privado trabajen juntos para definir estándares adecuados y lleguen a proponer un Sistema de Información de Salud (HIS) integrado, que facilite la gestión de la salud a todo nivel, mejorando la calidad de vida de la población, no solo en zonas urbanas, sino sobre todo en el sector rural, logrando reducir la brecha en atención y acceso a profesionales de primer nivel. Otro objetivo importante es lograr que los pacientes sean usuarios activos de las TICs para informarse sobre su enfermedad, pero en comunidades dirigidas por expertos, ya que no se debe creer todo lo que se encuentra en Internet. Una oportunidad que puede ser llevada a la práctica rápidamente, por su simplicidad y bajo costo, es el desarrollo de Comunidad de Salud en Línea, sin embargo, la infraestructura existente no es suficiente, ya que se debe mejorar el acceso a las TICs en zonas rurales o remotas para que esas personas tengan la posibilidad de verse beneficiadas con la descentralización del acceso al conocimiento y que de una vez por todas podamos reducir la brecha digital, especialmente en temas relacionados con la salud.
