El comercio exterior de Chile en el primer trimestre de 2024 ha mostrado signos preocupantes, con una caída del 4,8% en comparación con el mismo período del año anterior (SUBREI, 2024). Sin embargo, detrás de estos números hay una historia de resiliencia y oportunidad para las PYMEs chilenas.
En un entorno de contracción general, las exportaciones de las PYMEs han mostrado un notable dinamismo, especialmente en sectores como el de las cerezas frescas, los arándanos y el vino embotellado. Este crecimiento es alentador, pero no puede desviar nuestra atención de los desafíos que enfrenta este sector emergente de la economía.
El tipo de cambio es una espada de doble filo para las PYMEs. Un peso chileno débil frente al dólar puede hacer que nuestros productos sean más atractivos en el mercado internacional, potenciando las exportaciones. Pero, al mismo tiempo, encarece los insumos importados, lo que afecta los márgenes de beneficio de las PYMEs que dependen de estos materiales para su producción. Aquí es donde la política económica juega un papel crucial.
Es fundamental que el gobierno chileno implemente políticas flexibles que faciliten el comercio exterior para las PYMEs. La diversificación de productos y mercados es clave para reducir la vulnerabilidad de nuestras pequeñas y medianas empresas a las fluctuaciones cambiarias. Es preocupante que muchas PYMEs aún dependan de un solo producto y un solo mercado para sus exportaciones. Diversificar no solo fortalecerá su resiliencia, sino que también abrirá nuevas oportunidades de crecimiento.
Además, debemos facilitar el acceso a mecanismos de cobertura cambiaria. Herramientas financieras como los contratos a futuro y las opciones pueden proporcionar la estabilidad que nuestras PYMEs necesitan para gestionar el riesgo cambiario. En países más avanzados, estos instrumentos son accesibles y utilizados ampliamente por las pequeñas empresas. Chile debe seguir su ejemplo y adoptar estas prácticas.
La cooperación entre el gobierno y las asociaciones gremiales es esencial para el crecimiento del sector. La reciente iniciativa de la SUBREI para dialogar con los actores clave y estudiar los nudos críticos en las cadenas logísticas es un paso en la dirección correcta. Sin embargo, necesitamos más acciones concretas y coordinadas para eliminar las barreras que enfrentan nuestras PYMEs en el comercio exterior.
En conclusión, el tipo de cambio y las políticas de apoyo a las PYMEs son esenciales para el futuro económico de Chile. Fomentar la diversificación, facilitar el acceso a instrumentos financieros y mejorar la logística y la cooperación interinstitucional son estrategias que debemos implementar con urgencia. Fortalecer nuestras PYMEs no tiene un objetivo solo económico, sino que también estratégico para un mercado global cada día más competitivo y afectado por cuestiones de naturaleza geopolítica.