Por Augusto Ovalle Salas, gerente Desarrollo de Carrera en Mandomedio.
Buscar un cargo de responsabilidad, obtener las herramientas de liderazgo para llevar a cabo un emprendimiento, o la necesidad de reinventarse profesionalmente pueden ser algunas de las razones para decidir realizar un coaching.
Esta es una herramienta que aporta beneficios a toda la organización y apunta a potenciar habilidades dormidas, poco explotadas o mal utilizadas, por lo tanto, su resultado siempre está orientado a mejorar la productividad de los ejecutivos en sus puestos de trabajos. Además, es valorada por los profesionales ya que según un estudio de Mandomedio, el 72% de los ejecutivos se sentiría más satisfecho en su trabajo si les brindaran capacitación y coaching.
Algunas de las competencias que pueden adquirir los profesionales después de un coaching son tomar conciencia de sus fortalezas y aspectos a mejorar, desarrollar su liderazgo, mejorar habilidades de comunicación, potenciar sus talentos para lograr excelencia en su trabajo, desplegar una visión estratégica que le permita aprovechar oportunidades de mercado y tomar ventajas de ella, y finalmente alinear sus valores personales con los empresariales.
Conjuntamente, esta herramienta no solo brinda beneficios para el profesional que lo toma, sino también es positivo para la empresa porque permite potenciar el resultado de sus negocios, desarrollar las capacidades y fortalezas de sus ejecutivos y que estén alineados con la estrategia organizacional, e incrementar la fidelización del talento interno, para así permitirles desarrollar su confianza y ser aportes reales para la organización.
Asimismo, entrega resultados a todo el equipo, porque al existir un alineamiento estratégico definido por las jefaturas a través del coaching, permite que el equipo de trabajo pueda conseguir sus objetivos a través de acciones que fomentan la cooperación entre sus miembros, mediante constante apoyo, revisión y mejora de sus relaciones, para así lograr lo que la empresa espera de ellos y aumentar la productividad.
Finalmente, el ejecutivo que realiza el entrenamiento podrá motivar, potenciar y enriquecer el trabajo del equipo mediante un verdadero liderazgo que solo es dado cuando se conocen y se desarrollan las habilidades.