“Parece frívolo e innecesario hacer esto durante una pandemia global”, dijo Kimmel al iniciar el programa en directo desde Los Ángeles.
La saga familiar “Succession”, el drama distópico “Watchmen” y la comedia “Schitt’s Creek” dominaron los premios Emmy el domingo en un espectáculo salpicado de chistes sobre la pandemia de coronavirus, bromas políticas y llamamientos a la justicia racial.
“Hola, y bienvenidos a los PandEmmys!”, dijo el presentador Jimmy Kimmel al inaugurar el show, donde la mayoría de los famosos participaron remotamente desde sus sofás y patios traseros vestidos en muchos casos con bata, sudaderas con capucha y ropa de dormir.
“Parece frívolo e innecesario hacer esto durante una pandemia global”, dijo Kimmel al iniciar el programa en directo desde Los Ángeles. “Lo que está pasando esta noche no es importante. No va a detener a COVID. No va a apagar los incendios, pero es divertido. Y ahora mismo necesitamos diversión... Ha sido un año miserable. Ha sido un año de divisiones, injusticias (y) enfermedades”, añadió.
“Sucesión” (HBO), una trama perversa y apasionante sobre una familia disfuncional del mundo de medios de comunicación, fue nombrada mejor serie dramática, mientras que Jeremy Strong ganó el premio al mejor actor por su papel de hijo oprimido.
Entre los siete Emmy que se llevó “Succession” se encuentran los de mejor guión y la dirección.En uno de los discursos de aceptación más destacados de la noche, el creador de “Sucesión”, Jesse Armstrong, pronunció una serie de, en sus propias palabras, “no-gracias”.
“No-gracias al virus por mantenernos a todos separados este año. No gracias al presidente Trump por su respuesta desordenada y descoordinada”. “No gracias a Boris Johnson y a su Gobierno por hacer lo mismo en mi país. No gracias a todos los Gobiernos nacionalistas y cuasi nacionalistas del mundo que son exactamente lo contrario de lo que necesitamos en este momento”, dijo Armstrong.
“Watchmen”, el programa de realidad alternativa de HBO, repleto de temática racial, ganó como mejor miniserie, mientras que la actriz Regina King ganó como mejor actriz de miniserie por su actuación como la hábil detective de la serie.
“Watchmen” fue la mayor ganadora de la noche con un total de 11 Emmys, incluyendo los premios técnicos entregados la semana pasada. HBO fue el mayor ganador general, con 30 Emmys, seguido por Netflix con 21.
El creador de “Watchmen”, Damon Lindelof, dedicó su Emmy a las víctimas y sobrevivientes de la matanza de la comunidad negra en Tulsa, Oklahoma, en 1921, que en parte inspiró la serie.
BLACK LIVES MATTER
Varios famosos, entre ellos King, el presentador Sterling K. Brown y Uzo Aduba (mejor actriz secundaria de miniserie por “Mrs. America”), llevaron camisetas con el tema Black Lives Matter o instaron a los espectadores a votar en las elecciones del 3 de noviembre en Estados Unidos.
“Schitt’s Creek”, un éxito inesperado de la pequeña cadena de televisión Pop TV, una serie sobre una familia adinerada obligada a vivir en un motel destartalado, ganó un total de nueve Emmys, incluyendo el de mejor serie de comedia, así como premios de actuación para las estrellas canadienses Catherine O’Hara, Eugene Levy, su hijo Daniel Levy y Annie Murphy.
La pandemia del coronavirus significó que no hubo alfombra roja ni público presencial. En su lugar, los productores enviaron equipos de cámaras y micrófonos a todos los nominados, dispersos en 125 lugares del mundo, que eligieron cómo y dónde querían ser vistos.
Los ganadores de “Schitt’s Creek” recibieron sus trofeos en un restaurante de Ontario, Canadá, de manos de una persona vestida con un traje especial para materiales peligrosos, diseñado para que pareciera un esmoquin.
La mayor sorpresa de la noche llegó cuando la exactriz de Disney Channel Zendaya, de 24 años, fue nombrada mejor actriz de drama por interpretar a una adolescente drogadicta en “Euphoria” (HBO), superando a las presuntas favoritas Laura Linney (“Ozark”) y Jennifer Aniston (“The Morning Show”).
“Last Week Tonight with John Oliver” fue nombrado mejor programa de variedades y “talk-show” por quinto año consecutivo, y el comediante británico aceptó llevar una camiseta roja de fútbol del Liverpool en honor a su equipo británico favorito.