La empresa está desesperada por vender su división de semiconductores para cubrir los miles de millones de dólares en cargos que le generó la quiebra de su unidad nuclear estadounidense Westinghouse.
Toshiba Corp ahora prefiere que el grupo liderado por Bain Capital LP y SK Hynix Inc compre su lucrativa unidad de semiconductores, luego de no haber logrado zanjar diferencias con su socio y oferente rival Western Digital Corp, dijeron el martes dos fuentes con conocimiento de las negociaciones.
El conglomerado japonés, que necesita vender su negocio de chips para tapar un enorme agujero financiero, ha intentado sellar un acuerdo con Western Digital cuyo plazo vence el miércoles, pero ahora espera alcanzar un pacto con el grupo comandado por Bain la próxima semana, dijeron las fuentes, que pidieron el anonimato porque las negociaciones son privadas.
Un portavoz de Toshiba dijo que la compañía no podía comentar detalles de las conversaciones. Western Digital también se negó a hacer declaraciones. La unidad japonesa de Bain Capital y SK Hynix no pudieron ser contactados fuera de horario comercial.
Ya se han perdido dos fechas límite fijadas por los bancos de Toshiba, que quiere lograr el acuerdo para inyectar US$18.000 millones o más en la compañía, sacarla del rojo financiero y evitar que salga de la bolsa. La empresa está desesperada por vender su división de semiconductores para cubrir los miles de millones de dólares en cargos que le generó la quiebra de su unidad nuclear estadounidense Westinghouse.
El directorio había estado debatiendo sobre qué oferta elegir para la venta el miércoles, en medio de una disputa legal con su socio Western Digital y tras recibir ofertas mejoradas, informaron previamente a Reuters personas involucradas en la negociación.
El ofrecimiento de US$18.000 millones del conglomerado liderado por Western Digital y el fondo privado estadounidense KKR & Co llevaba la delantera, según habían señalado anteriormente las fuentes.
Pero esas conversaciones se habían estancado en las últimas semanas, ya que los dos lados estaban encontrando dificultades para acordar la participación de Western Digital en el negocio, que la compañía japonesa quería limitar en el tiempo en un intento de evitar prolongadas revisiones antimonopolio, dijeron las fuentes.
El consorcio liderado por Bain había sido elegido como oferente preferido en junio. Pero la negociación duró hasta que inversores del Gobierno japonés que formaban parte de la oferta dijeron a Toshiba que temían cerrar el acuerdo por los desafíos legales que implicaba la disputa con Western Digital, que invierte junto a Toshiba en la planta de memorias NAND en el centro de Japón.