“No es la falta de equipamiento ni las camas el principal riesgo ante el recrudecimiento de la pandemia, sino la extenuación física y mental del personal de salud”, alerta el director de la ONG Mente Sana.
Para el director de la ONG Mente Sana, las autoridades deben tener especial consideración por el personal a cargo de esta gestión.
“Prácticamente los funcionarios han estado acuartelados durante todo este año, sin bajar la guardia. Pero ahora las posibilidades de descanso, a propósito del próximo verano parecen esfumarse. Esto puede resultar ser devastador. Sin personal adecuado, no hay equipamiento ni recursos a utilizar”, señala.
Angustia, trastornos crónicos del sueño, terrores nocturnos, duelos diversos, irrupción de enfermedades psicosomáticas, separación de lazos familiares cercanos, sentimientos de despersonalización, labilidad emocional, sobremedicación, son algunos de los más frecuentes motivos de consultas que hoy están experimentando los funcionarios de la salud, durante el largo tiempo de pandemia que ha vivido el país.
Situación que resulta sumamente grave si se toma en cuenta el aumento de casos por el COVID a lo largo del país. Así lo dio a conocer Francisco Flores, psicólogo y director de ONG Mente Sana quién advierte que ante un eventual rebrote. “Los profesionales de la salud no están en las mismas condiciones que en marzo, sino que a 10 meses de la pandemia hoy están más allá del límite de sus capacidades y con temor de que un nuevo peak de contagios, pueda resultar desestabilizador para muchos de ellos”.
Ante este escenario, junto con cuidar la salud de las personas, desde la ONG Mente Sana hace un llamado a que las autoridades pongan en primera línea la salud mental de los trabajadores de la salud.
“No es la falta de equipamiento ni las camas el principal riesgo ante el recrudecimiento de la pandemia, sino la extenuación física y mental del personal de salud”, alerta Francisco Flores.
Junto al impacto económico de las medidas y la evaluación del equipamiento necesario, para el director de la ONG Mente Sana, las autoridades deben tener una consideración que “prácticamente los funcionarios han estado acuartelados durante todo este año, sin bajar la guardia. Pero ahora las posibilidades de descanso, a propósito del próximo verano parecen esfumarse. Esto puede resultar ser devastador. Sin personal adecuado, no hay equipamiento ni recursos a utilizar”, señala.
Todo el personal médico y profesional de la salud, así como administrativos, han hecho un esfuerzo más allá de sus posibilidades físicas y emocionales, cuyas secuelas aún no terminan para su propia salud e integridad emocional, según explica. “Sin embargo, apunta, son las TENS (técnicos en enfermería), donde se puede simbolizar, en este tiempo, el máximo esfuerzo junto con el mínimo reconocimiento. Y que recientemente han tenido que salir a la calle para exigir ser incluidas en el código sanitario. El país tiene una deuda urgente con todos ellos y ellas”, agrega.