Por Loreto Herrera, gerenta de Recursos Humanos de Xerox de Chile.
Cada vez más las empresas están reconociendo el valor de la salud y el bienestar general del empleado, como aspectos que favorecen el resultado final en sus organizaciones. Así lo demuestra un estudio de Buck Consultants, compañía de consultoría de Xerox, especializada en Recursos Humanos, la cual indica que un 78% de los empleadores a nivel global están fuertemente comprometidos con la creación de una cultura laboral de bienestar, para aumentar el compromiso individual y el desempeño organizacional.
Y ¿Por qué surge esto? Hoy más empresas consideran que su compromiso hacia la promoción del bienestar y la salud de sus empleados es una estrategia de negocios, y se muestran interesadas por seguir impulsando estas iniciativas, pues están consientes que la productividad y la retención del talento están ligados directamente a los planes de bienestar, que además constituyen un valor agregado para las compañías y las distingue de su competencia.
En Chile, poco a poco las empresas se han dado cuenta que los trabajadores necesitan de estas prácticas para ser más productivos, las que antes no eran comunes, porque generaban costos elevados. De esta forma, se vienen implementando iniciativas como el seguro complementario de salud, medio día libre para el cumpleaños, facilidades para desarrollar el home office, entre otras. Además, el bienestar también juega un papel fundamental a la hora de conservar el talento, sobre todo en industrias locales que requieren colaboradores con un alto nivel de especialización, como la minería. Así, las personas talentosas saben que su trabajo es valorado y encuentran en sus compañías buenas oportunidades que les representen beneficios económicos y una mejor calidad de vida.
En el ámbito de la productividad, un colaborador que cuenta con mayores incentivos monetarios, en el plano de la salud, vacaciones, profesionales, actividades extra programáticas y flexibilidad laboral, retribuye más y de manera más sustentable, al estar contento con su entorno. Esto genera un sentido de pertenencia y mayor compromiso con la empresa, grupo de trabajo y metas corporativas.
El bienestar no solo es una herramienta que puede entregar resultados muy positivos si es bien manejada, sino que constituye también un elemento clave para la supervivencia de una organización. De esta forma, las organizaciones más fuertes serán las que atraigan, comprometan y retengan el mejor talento. Así, los planes de bienestar en el trabajo son claves para la mantener un equipo que cuente con las mejores competencias.
Las compañías tendrán que revisar sus estrategias para asegurarse que el bienestar en el lugar de trabajo esté incluido en sus planes, ya que las empresas que no lo hagan tendrán que luchar para mantenerse competitivas.
De acuerdo al mismo estudio de Xerox, las tasas de participación en planes de bienestar indican que los empleadores todavía están luchando por encontrar formas efectivas de motivar a los trabajadores. Aún así, hay una brecha significativa entre el deseo que declaran los empleadores de crear una cultura de salud y su avance actual para lograr esta meta.
Asimismo, un plan de bienestar laboral -que cada empresa estipula desde el área de Recursos Humanos- en primer lugar debería comprender las necesidades propias de los empleados y que potencialmente alcancen a sus familias, ya que estos programas funcionan en la medida que se implementan acciones en las que los trabajadores están interesados.
Son innumerables las ventajas que conllevan los planes de bienestar para los colaboradores, al mejorar la calidad de vida, estado psicológico y físico, junto a su satisfacción y motivación. Y también para la empresa, porque influyen en la imagen de la compañía, logran una mejora del rendimiento y mayor fidelidad del empleado, con la que disminuyen la rotación, el número de bajas y el ausentismo laboral. El resultado es un beneficio claramente cuantificable.
Las necesidades incluidas en los planes de bienestar deben adaptarse al grupo laboral. Por ejemplo, si en una compañía trabajan muchas mujeres, las acciones deben responder a sus necesidades particulares, como apoyarlas en el cuidado de recién nacidos, pre y postnatal, o bien espacios que incentiven la actividad física y la correcta alimentación.
Junto con compensaciones, se debe establecer puntos clave para contribuir con hábitos saludables, jornadas recreativas, deportivas, de ayuda a la comunidad (mediante programas de RSE) y culturales, las cuales permitan darle variedad a la rutina, que promuevan la integración entre los colaboradores y su contribución con la empresa.
Por otro lado, los programas de bienestar deben ser aterrizados con las necesidades del mundo actual, incentivando la flexibilidad laboral y promoviendo el uso de tecnologías que ayuden al trabajo a distancia, pues hoy la productividad no está atada a una silla, y esta debe ser medida en resultados no por horas dentro de la oficina.
No se trata de mejorar todas las condiciones de una sola vez, pues eso es inviable para algunas organizaciones. Se trata más bien, de saber priorizar en base a las reales necesidades de las personas que trabajan para las compañías. Para eso, hay que conocerlas y ser creativos. Muchas veces hay soluciones en bienestar que no requieren dinero, y pueden ser un aporte a la vida personal y laboral de las personas.
En conclusión, en Chile y el mundo serán aquellas compañías visionarias que sepan prestarles atención a datos como estos y que comprendan que el bienestar de sus empleados está directamente relacionado con el desempeño y el compromiso que obtendrán de ellos, las que continúen compitiendo e innovando en el mercado y, sobre todo, conservando el talento que las mantiene vivas.