El ritmo ha contagiado a cantantes de otros géneros, como Enrique Iglesias, J Balvin, Prince Royce y Daddy Yankee.
Ritmos pegadizos, videos con mujeres como protagonistas y millones de reproducciones y descargas en plataformas digitales. El trap latino, el género musical de moda, con detractores y defensores, crece al igual que los exponentes que lo interpretan y la afición de los seguidores.
El trap no es nuevo. Este subgénero musical del hip hop, que apareció en la década del 90 en el sur de Estados Unidos, se caracteriza por el uso de sintetizadores, arreglos electrónicos densos y sombríos.
Su nombre se origina de la palabra que se emplea para referirse al lugar donde venden drogas y de ahí se deriva su estilo lírico.
Por su sonido, algunos aún lo confunden con el reguetón. Pero son sus representantes principales los que han popularizado el género, que incluso tiene categorías (trap europeo, argentino y latino), han convertido a esta propuesta musical en un fenómeno.
Arcángel, De la Ghetto, Anuel AA, Ozuna, Lary Over, Noriel, Bryant Myers, Darkiel son parte del largo listado de artistas que cautivan la atención de grandes masas siendo sin embargo el puertorriqueño Benito Antonio Martínez Ocasio, de 24 años, a quien se conoce como Bad Bunny (Conejo Malo), el máximo referente del trap en Latinoamérica.
Su canal en YouTube registra ya más de nueve millones de suscriptores y su más reciente videoclip, del sencillo Amorfoda, que habla sobre el desamor, registra 405’768.620 visualizaciones, desde su estreno el 14 de febrero de este año.
El trap ha contagiado a cantantes de otros géneros como Enrique Iglesias (pop rock), quien junto con Conejo Malo cantaron El baño; o con exponentes del género urbano, J Balvin y Prince Royce, en Sensualidad; o con Daddy Yankee, en Vuelve; y Víctor Manuelle (salsa), en Mala y peligrosa.
Las canciones suenan en todas partes y se convierten en éxitos como la colaboración que realizó con la estadounidense Becky G, quien con Mayores ha logrado más de mil millones de visualizaciones.
¿Qué opinan sus autores?
En el 2017, en la Billboard Latin Conference, en South Beach (EE.UU.), el puertorriqueño Farruko aseguró que el latin trap “es la nueva expansión o el respiro que necesitaba el género urbano en el mercado latino (...) y le dieron al oyente, al fanático, una nueva opción”.
Su compatriota Bryant Myers dijo que “el trap no habla solo de la calle, también hay trap bonito, diferente, con otro tipo de mensaje, de letra, más bonita para las mujeres”.
En este panel, el boricua Noriel indicó que “el trap es un género con muchísimo futuro, algo que hacía mucha falta porque ya el reguetón necesitaba un respiro y había un público en la calle al que habían dejado de darle esa música, con la cual ellos se podían identificar”.
La colombiana Karol G afirmó que “el trap y el reguetón son un fenómeno porque los artistas llegaron a contar lo que la gente ya hacía, entonces el trap te habla, en una canción, de cómo en la calle pasa esto y cómo la sociedad ya lo vive, así se siente identificada y de un fenómeno se volvió la fiebre”.
La intérprete de Pineapple aseguró que los géneros musicales que surgen no influyen en el comportamiento de la sociedad, aunque recalca que ella no se muestra partidaria de las letras explícitas.
El artista ecuatoriano AU-D dijo que “un artista canta lo que siente. Usted decide lo que escucha (...), los padres no pueden prohibir a un artista cantar lo que él siente que debe cantar, pero sí están en la obligación de ser el filtro de lo que sus hijos escuchan”. Agregó que todo género para a veces destacarse necesita ser un poco polémico”.