Se cree que con iones pesados hay propiedades más equilibradas y llegaría menos radiación a las células sanas que con el tratamiento tradicional.
Los aceleradores de iones pesados desarrollados por investigadores chinos para dar una nueva esperanza a los enfermos de cáncer, entraron este mes en pruebas clínicas, en la provincia noroccidental de Gansu, informaron fuentes del equipo que ha desarrollado la tecnología.
Los tratamientos de radiación contra el cáncer en los que se emplean aceleradores de iones pesados pueden "bombardear" un objetivo con electrones de alta energía para matar las células cancerosas.
Xiao Guoqing, director del Instituto de Física Moderna afiliado a la Academia de Ciencias de China, dijo que esta práctica es ampliamente considerada como la manera más eficaz de combatir los tumores.
En comparación con la terapia tradicional como la radiación, se cree que el tratamiento con iones pesados tiene propiedades más equilibradas y hace llegar menos radiación a las células sanas. Además, el periodo de tratamiento es más corto y la terapia podría controlar de forma más eficaz las células del cáncer.
El instituto, con sede en Lanzhou, la capital de Gansu, desarrolló los aceleradores en 2015 y los sometió durante dos años a pruebas de equipos médicos. Las labores de registro y ensayo se completaron en abril pasado, y de inmediato se dio inicio a las pruebas clínicas.
Hasta ahora, la entidad ha producido dos juegos de equipos, uno está en Lanzhou y el otro en la ciudad de Wuwei, donde se registra una alta tasa de cáncer gástrico.
Los pacientes seleccionados, en el Hospital Provincial de Cáncer de Gansu y el Hospital de Cáncer de Wuwei, fueron sometidos a tratamientos para tumores en la cabeza, el cuello, el pecho, el abdomen, la pelvis y las extremidades.
Con el objetivo de garantizar la seguridad de los ensayos, 36 de los médicos más destacados y reconocidos en la especialidad fueron asignados para supervisarlos.
Xiao manifestó que la fabricación del equipo por parte de expertos nacionales marca el final de la dependencia de China de las importaciones. El instituto comenzó la investigación básica de esta tecnología en 1993.
Actualmente, un número muy limitado de hospitales ofrece tratamientos de cáncer con iones pesados en el país asiático. El Centro de Protones y Iones Pesados de Shanghai, por ejemplo, utiliza equipos importados de Alemania en sus tratamientos contra el cáncer.
Según un informe publicado por el Centro Nacional de Cáncer en 2017, China aporta casi el 25% de los nuevos casos de cáncer en el mundo, con 10.000 pacientes más por día. Cada año, el país sufre dos millones de muertes inducidas por el cáncer. Los órganos más comúnmente afectados son el pulmón, el pecho y el estómago.