Se trata de tres inyectables: Femelin, Cyclofem y Cyclofemina, que ya han sido catalogados por el Invima como un "vital no disponible".
En medio de los constantes informes sobre el paro nacional, en los últimos días otra noticia se ha replicado: hay algunos anticonceptivos que no se están consiguiendo en Colombia. Uno de los más populares es el Femelin, un conocido método inyectable. “Está escaso en todo el país”, señaló una emisora hace un par de días. “¡Ojo! Alertan por escasez de inyecciones para planificar”, tituló otra.
Las inquietudes partían de casos concretos. En Risaralda, explicaba a RCN Radio la coordinadora del programa de medicamentos de la Secretaría de Salud, no se encuentran presentaciones de Femelin y, al parecer, se debe a que el fabricante “ha tenido inconvenientes con la manufactura de este producto”.
“Me cuentan los gestores que en el momento las inyecciones no están disponibles, que los laboratorios no las han distribuido”, le había dicho, por su parte, Eduardo Visbal, vicepresidente de Fenalco, a Blu Radio, al referirse a otras dos marcas: Cyclofem y Cyclofemina.
Aunque la información estaba basada en hechos particulares, lo cierto es que hoy hay desabastecimiento de estos tres métodos anticonceptivos en Colombia. Todos son inyectables y su principio activo es el mismo: medroxiprogesterona de 50 mg y cipionato de estradiol de 10 mg/1ml. El primer compuesto es un progestágeno; el segundo, un estrógeno.
De hecho, hace cerca de un mes el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) había publicado un breve documento donde anunciaba la escasez de estos medicamentos cuyo consumo en Colombia es, aproximadamente, de 500 mil unidades mensualmente.
“Los fabricantes informan que se están viendo afectados por factores que impactan en sus procesos de manufactura, ocasionando el desabastecimiento temporal del medicamento en el país”, advirtió el Invima.
En el caso del Femelin, el laboratorio autorizado para comercializarlo es American Generics S.A.S., hoy propiedad de la multinacional Abbott. El titular del registro sanitario del Cyclofem es Profamilia y el de Cyclofemina es Aulen Pharma S.A.
Aunque la alerta del Invima se produjo hacer unas cuatro semanas, según Judith Mestre, directora de dispositivos médicos de esa entidad, la situación persiste. “Apenas nos percatamos de lo que estaba sucediendo, informamos a los laboratorios que, al parecer, tenían problemas en sus procesos. También nos comunicamos con la Federación Colombiana de Obstetricia y Ginecología para que nos ayudaran a revisar las alternativas terapéuticas”, dice.
Mientras tanto, explica Mestre, la solución para resolver este inconveniente fue declarar el principio activo de estos tres anticonceptivos como “vital no disponible”, una figura que permite el ingreso de medicamentos al país sin que necesiten el registro sanitario. En otras palabras, cualquier persona o compañía que los quiera importar a Colombia puede hacerlo con un permiso “exprés” del Invima. No importa la marca ni el fabricante.
“La idea es que lo puedan importar más fácil y solucionemos este problema de mercado de la manera más rápida posible. Ya hemos dado unas autorizaciones y ya empezado a llegar algunas importaciones”, asegura.
Es difícil saber cuándo se reestablecerá la comercialización de estos fármacos, pero, de acuerdo con la alerta que emitió el Invima en octubre, es posible que tanto el Femelin como el Cyclofem solo estén disponibles hasta enero. La cantidad de unidades era cero. En el caso del Cyclofemina, había 3 mil unidades.
Sin embargo, según Juan Carlos Vargas, asesor científico de Profamilia, este mes ya recibieron una importación de Cyclofem, “Lo que sucedió es que el laboratorio que produce este anticonceptivo, ubicado en México, tuvo una complicación en la cadena de suministros. Es usual que eso pase en el mundo farmacéutico, pero están haciendo lo posible por resolver el inconveniente pronto”.
Su consejo para las personas que planificaban con este método es simple: consultar a los profesionales de la salud para que les recomienden una combinación anticonceptiva que tenga un principio activo similar. “Pero como al hacerlo hay un cambio de molécula es mejor que usen condón en los primeros meses”, señala Vargas.
La multinacional Abbott, por su parte, confirma lo reportado por el Invima y asegura que pronto resolverán el inconveniente: "Hemos experimentado también alta demanda de Femelin, causada por retos de abastecimiento en Colombia. Para apoyar al país con esta situación ajustamos nuestra producción esperando contar con mayor disponibilidad de esta solución para mediados de diciembre 2019".
"Desde que detectamos la situación, hemos realizado compras adicionales de API (la materia prima) con lotes adicionales de producción. Adicionalmente, hemos como confirmado la intercambiabilidad segura de anticonceptivos, de acuerdo con el manual de proveedor de la OMS", explica el laboratorio.
Quizás, una de las principales inquietudes frente a estos casos de desabastecimiento tiene que ver con el riesgo de embarazos no deseados. Como lo mostró la última Encuesta Nacional de Demografía y Salud, la inyección mensual es el tercer método anticonceptivo más usado por las mujeres colombianas después de la esterilización femenina y de la píldora.
De hecho, el 32% de quienes compran métodos anticonceptivos en droguería, eligieron las inyecciones. El 42,6% las píldoras. Su precio, en muchas ocasiones, también suele ser mucho menor que otros métodos. El Femelin, por ejemplo, puede costar unos $22.000 (US$6,4). El Cyclofem, un poco más de $17.000 (US$4,9).
Una frase en esa encuesta resumía la trascendencia de los métodos anticonceptivos y la necesidad de que estén disponibles: “Junto con la educación, la anticoncepción es el principal determinante del cambio en el comportamiento reproductivo experimentado en el país en las últimas décadas”.