Al menos US$300 millones piensa invertir el exitoso productor en el proyecto.
El realizador George Lucas busca un lugar para construir un museo que albergue su colección particular de obras de arte y artilugios de película, un proyecto que el cineasta está dispuesto a pagar de su bolsillo y por el que se desviven San Francisco, Los Ángeles y Chicago.
El complejo, bautizado Lucas Cultural Arts Museum, aspira a ser un referente mundial de la narrativa visual, desde las tradicionales ilustraciones hasta la cinematografía clásica y su evolución en la era digital.
En sus salas ocupará un lugar destacado el universo de la saga de filmes Star Wars, donde se exhibirá el vestuario completo del villano Darth Vader, una maqueta del Halcón Milenario o el landspeeder de Luke Skywalker a tamaño real.
"No existe un museo como este", aseguró Lucas en su propuesta final a The Presidio Trust, agencia federal creada para gestionar la antigua fortificación española llamada Presidio, icónico enclave en San Francisco con vistas al Golden Gate donde el padre de Star Wars soñaba con construir su instalación.
Los deseos de Lucas quedaron truncados en febrero cuando The Presidio Trust rechazó el proyecto por considerar que no era apropiado para ese entorno y, aunque se ofreció una alternativa, el contratiempo fue suficiente para que el director comenzara a estudiar otras opciones.
Apareció en escena Chicago, ciudad de la mujer de George Lucas, Mellody Hobson, cuyo alcalde Rahm Emanuel juntó a un grupo de expertos para dar con urgencia con un destino atractivo para el edificio.
Ese lugar resultó ser un terreno de 17 acres (7 hectáreas) en la orilla del lago Michigan que terminó por convertir a Chicago en un "contendiente muy serio" en esa pugna, según el portavoz del museo.
Pero San Francisco no se quedó de brazos cruzados. Desde la alcaldía se buscó un espacio propicio cerca del Embarcadero, la turística zona de muelles en la bahía, y se buscó el apoyo de líderes de la comunidad para que el proyecto no se les escapara de las manos.
"Estamos comprometidos para ser tu socio durante todo el proceso, desde la revisión medioambiental hasta la construcción y la apertura", dijo el alcalde Ed Lee en una carta que envió a Lucas.
El pasado viernes Lee hizo colgar un cartel a la entrada del ayuntamiento en el que se leía: "George Lucas, por favor construya su museo en San Francisco para que el mundo lo disfrute".
Para entonces Eric Garcetti, su homólogo en Los Ángeles, ya había orquestado su propia campaña para lograr que el creador de Indiana Jones mirara al sur de California.
Garcetti también envió una carta y desde la ciudad se ofreció el espacio que ocupa el recinto polideportivo Los Angeles Memorial Sports Arena, junto al Coliseum (el estadio Olímpico), y la Universidad del Sur de California (USC), donde Lucas estudió cine.
La alcaldía invitó además a los angelinos a que usaran las redes sociales para exponer sus razones por las que creen que el museo estaría mejor en Los Ángeles, para lo que se propuso el "hashtag" "#WhyLucasInLA".
En Twitter empezaron a proliferar así montajes de personajes de Star Wars en Hollywood, en la playa, y se generó cruce de mensajes entre residentes en las ciudades aspirantes.
"San Francisco piensa que es demasiado buena para ti y Chicago se parece a Hoth (planeta gélido en Star Wars)" dijo un usuario, mientras otro aseguró que el museo tenía que ir a Chicago para que la esposa del artista estuviera feliz.
El proyecto inicial previsto para San Francisco se presupuestó en US$300 millones, una inversión que correría a cargo de George Lucas, quien además, donaría al morir 400 millones de dólares para garantizar que la instalación pudiera seguir en funcionamiento.
La colección de George Lucas, cuyo valor se estima en mil millones de dólares, ha formado parte ya de exposiciones itinerantes que durante los últimos 15 años han pasado por 69 ciudades y recibido más de 10 millones de visitantes.
Además de los elementos de Star Wars, en el catálogo del museo figuran dibujos originales de cuentos como Alicia en el País de las Maravillas (1864) y Caperucita Roja (1911), ilustraciones digitales como Flamenco (2011) de Francisco José Albert Albusac, y elementos del uso de las técnicas visuales en la cinematografía moderna.
Está previsto que George Lucas se pronuncie sobre el emplazamiento de su museo durante durante el segundo semestre.