Pese a ello, la mitad de los empleados ocupados en 2016 tiene alguna carencia.
ElObservador.com.uy. En un contexto donde la tasa de desempleo desde hace varios años es relativamente baja y estable, surge una especial preocupación acerca de la calidad de las ocupaciones que se generan y las condiciones laborales más generales. De acuerdo a un estudio presentado por el Instituto de Economía de la Facultad de Economía de la Udelar (Iecon) entre 2009 y 2016, disminuyó tanto la cantidad de ocupados que presentan problemas en sus condiciones laborales como la cantidad de carencias que los trabajadores enfrentan.
La proporción de ocupados con carencia descendió de 63% a 50% en el período de 2009 a 2016. Además, durante ese período el número de carencias promedio disminuyó de 1,6% a 1,3%.
Pese a esas mejoras, el trabajo advierte que la mitad de los empleados ocupados en 2016 muestra alguna carencia, y que el no registro en la seguridad social es una de las principales materias pendientes en este período. Además, no es menor la incidencia de los problemas de empleo vinculados a la multitarea y exceso o déficit de horas trabajadas.
Asimismo, el informe profundiza en la alta heterogeneidad territorial de las condiciones laborales de los ocupados, tanto por regiones como al interior de Montevideo. Las zonas más afectadas son la noreste (Tacuarembó, Rivera y Cerro Largo) y la norte (Artigas, Salto y Paysandú).
Por otro lado, dentro de la capital destacan barrios como Tres Ombúes o Casavalle, con una fuerte superposición con la incidencia de la pobreza. El estudio del Iecon se complementa con los datos que surgen de diferentes mediciones realizados por Equipos Consultores desde 2014 a la fecha y que son parte de su línea de investigación orientada a comprender el mundo del trabajo desde la mirada de los trabajadores.
De acuerdo a esto, tres de cada cuatro trabajadores dicen estar satisfechos con su lugar de trabajo. Este indicador se mantiene con relativa estabilidad durante el período de 2014 a 2017. La región oeste (Colonia, Río Negro y Soriano) es la que más mejora registró en términos de calidad de las condiciones laborales, por poseer un conjunto mayor de trabajadores satisfechos.
En relación con las características del lugar de trabajo, el porcentaje de empleados que considera que se trata igual a hombres y mujeres, que cree que se los considera como personas además de trabajadores, y los que sostienen que el empleador cumplió con promesas efectuadas al inicio de la relación laboral, se ubica entre 72% y 77% de aceptación.
Sin embargo, más bajos son los números que reflejan opiniones positivas en temas como la posibilidad de recibir capacitación regular (41%) y lo estresante que resulta el trabajo. Respecto a la paga, la mitad dice estar de acuerdo en que es acorde a su tarea. Estos estudios fueron presentados en el marco del lanzamiento del Sistema de Información de Calidad Laboral (Siclab), una iniciativa de Unión Capital AFAP, que busca la creación de una plataforma de información y análisis sobre el mercado de trabajo.
Festejar sin desatender
"Estamos en una mejora consolidada en la calidad del trabajo que se observa en varios indicadores" y "hay que seguir por ese camino", dijo el ministro de Trabajo, Ernesto Murro. Sin embargo, también destacó que los dos indicadores más bajos de este informe fueron el acceso a la información de las empresas y la capacitación.
Para el presidente del PIT CNT, Fernando Pereira, se ha avanzado en todos los niveles "y eso hay que festejarlo". No obstante, ello no quiere decir que no haya problemas que resolver, admitió.
El desempleo ya no es la primera preocupación de los uruguayos. Ahora "vienen discusiones mucho más complejas que los Consejos de Salarios", dijo Pereira.
"La tecnología hace que la frontera entre el trabajo y no trabajo se perfore. Se valora mucho el poder compatibilizar la vida laboral y personal. Hoy se trabaja de forma distinta y las leyes han quedado desfasadas", concluyó el especialista en derecho del trabajo y seguridad social Eduardo Ameglio.
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