El plan efectivo comienza la noche anterior. Al momento de decidir el descanso, la cama debe servir sólo para dormir.
Una manera habitual de levantarse en las mañanas para muchas personas es haber apretado antes varias veces el despertador, corriendo los minutos para abandonar la cama. Los expertos sostienen que eso es lo peor.
Se recomienda generar un plan la noche anterior, que implica comer adecuadamente y generar un plan para desarrollar con algunas estrategias simples que ayuden a levantarse.
Una de ellas, por ejemplo, dejar el despertador lejos, de manera que haya que levantarse a apagarlo.
Expertos concuerdan en los siguientes consejos:
1. Sueño de calidad y realmente relajante.
La idea del sueño nocturno es una dinámica reparadora de la actividad cotidiana. En ese sentido, no se trata del momento de solucionar los problemas. Centrarse en esas dinámicas dificulta más lo que debe ser lo central a la hora de acostarse: relajarse.
Minutos antes de cerrar los ojos no es el momento para buscar soluciones complejas. Los datos en torno a la calidad del descanso en las personas son evidentes: las personas tienen "hambre" de sueño. La Fundación Nacional del Sueño en México recomienda dormir, al menos, entre 7 y 9 horas diarias, evitando las siestas.
Lo mejor para el cuerpo es establecer una rutina del sueño, manteniéndola -incluso- los fines de semana. El ideal es que si se pretende despertar temprano, al momento de dormir el uso de la cama sea exclusivamente para eso.
2. El desayuno: principal combustible para el día.
Muchas personas suman al sueño el tiempo que debiera corresponder al desayuno, saltándose este último. Es uno de los tantos errores que diariamente se cometen contra la salud. A pesar de dormir, el cuerpo no deja de trabajar. Por ello, lo natural es que se recargue con un desayuno equilibrado.
Si eso no ocurre, el cuerpo se mantiene con las reservas. Y, en rigor, nunca se despertará por completo. Un desyuno ideal debe inlcuir fibra y proteína.
3. Evitar la dinámica del "snooze".
Tener el deseo de seguir durmiendo cuando suena el despertador es una sensación toalmente normal. Por lo demás, se trata de un proceso de inercia que el cuerpo activa para proteger la necesidad del sueño. Ante ello hay que desarrollar una decisión firme de levantarse.
La dinámica del "snooze" es prácticamente suicida, según explican los expertos. Varios estudios han puesto en evidencia las consecuencias devastadoras de este aparentemente pequeño gesto, ya que interrumpe el "calentamiento de motores" que requiere el cuerpo para despertarse, evitando que se complete la fase del despertar.
EL "snooze" induce al cuerpo a un nuevo ciclo de sueño, con lo que la sensación de cansancio es aún mayor. El consejo de los cientpificos es despertar todos los días a la misma hora, incluyendo los fines de semana.
