El presidente del BCE acortó una visita a Australia para asistir a una cumbre de la UE, que analizará la situación del bloque. Según el banco, el retorno sólo obedeció a un tema logístico.
Sidney. El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, acortó una visita a Australia para asistir a una cumbre especial de la Unión Europea, dando paso a especulación en los mercados sobre posibles iniciativas para ayudar a resolver los problemas de la deuda griega.
Los jefes de Estado de la UE se reunirán este jueves en Bruselas para celebrar una cumbre especial sobre la situación de la economía, bajo presión para alejar los temores de los inversores sobre las crecientes deudas de Grecia, Portugal y otros estados más débiles de la zona euro.
El encuentro había sido convocado a inicios de enero y se esperaba que Trichet estuviera este martes y este miércoles en Australia en reuniones con autoridades de bancos centrales.
Pero en un cambio de planes, el funcionario anticipó su regreso a Europa, dijeron funcionarios del banco central australiano y del BCE.
Especulaciones. Trichet viaja a Europa para asegurarse de estar a tiempo para la principal sesión de la cumbre, decisión que generó una ola de especulación sobre los motivos de su salida anticipada de Australia.
"Hay una posibilidad de que la UE pueda involucrar al BCE y apoyar a Grecia", dijo Ayako Sera, estratega de mercado de Sumitomo Trust Bank. "Las preocupaciones por la situación fiscal que también se han extendido a España y Portugal podrían moderarse temporalmente si tenemos algo sobre Grecia", agregó.
El euro subió tras conocerse el regreso anticipado de Trichet, en medio de una creciente especulación sobre medidas para apuntalar a Grecia.
"Los inversores podrían comenzar a pensar que una medida dirigida a la situación fiscal de Grecia podría estar en estudio", dijo Barclays Capital en un reporte.
Antes de su partida de Australia, Trichet dijo que era importante controlar los acontecimientos globales, no sólo los locales, así como anclar las expectativas inflacionarias.
"Mantener las expectativas inflacionarias ancladas sigue siendo de una importancia extrema, bajo circunstancias excepcionales aún más que en tiempos normales. Nuestro marco de trabajo ha sido exitoso en este tema hasta ahora", afirmó Trichet.
Los ministros de Finanzas de la zona euro, que enfrentan la primera crisis de deuda en los 11 años de historia de la unión monetaria, buscaron calmar los temores el fin de semana sobre la solvencia fiscal del bloque en un encuentro del G-7. Sin embargo, sus promesas de hacer cumplir los planes para que Grecia reduzca su déficit fiscal no convencieron a los mercados.
Logística. Saliendo al paso de los rumores, un portavoz del BCE afirmó que Trichet decidió anticipar su regreso a Europa sólo por razones logísticas.
"El problema fue que a último momento, su hora de partida de Australia se cambió porque había temor a que no pudiera tomar el vuelo de conexión y por lo tanto perderse la cumbre de la UE", dijo el portavoz del BCE Wiktor Krzyzanowski a la agencia Reuters.
Krzyzanowski dijo que Trichet ya había recibido y aceptado una invitación a mediados de enero para asistir a la cumbre de la UE.
"El evento de Australia se planeó hace un año y medio. El señor Trichet recibió la invitación del presidente (de la UE) van Rompuy, cuando van Rompuy anunció la convocatoria a la cumbre y Trichet dijo que por supuesto asistiría", explicó el portavoz.
"La situación absurda se generó porque alguien en Australia dijo que Trichet estaba recortando su visita. Se volvió un gran tema, cuando Trichet sólo eligió un vuelo más temprano porque temía perder una conexión", agregó.