"Ciertamente el euro no está en peligro, está a buen recaudo. Pero no deberíamos ser complacientes", dijo el presidente del BCE, quien pidió a las autoridades apegarse al Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
París. El euro no enfrenta ningún riesgo debido a la crisis griega, pero el Banco Central Europeo no debe adoptar una actitud complaciente, aseguró el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet.
El funcionario dijo que el organismo enfrenta desafíos y que es fundamental que las autoridades de la entidad se apeguen a los principios del Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea.
"Ciertamente el euro no está en peligro, está a buen recaudo. Pero no deberíamos ser complacientes. Nosotros en el BCE tenemos desafíos al igual que todos los bancos centrales del mundo", afirmó.
En una entrevista con la cadena televisiva Euronews difundida este lunes, Trichet comentó que había sido muy difícil convencer a los gobiernos de que la unión monetaria dependía del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
"Tuve que luchar dado que fui nombrado por todos mis colegas del Consejo de Gobierno para preservar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que sigue siendo absolutamente fundamental", afirmó.
El funcionario señaló que la idea de un Fondo Monetario Europeo para ayudar a los países en problemas, como sugirió Alemania, debería ser analizada con cautela, pero resaltó que el consejo del BCE aún no tiene una postura al respecto.
Este fondo debería ser asociado a una completa auditoría independiente de todos los datos económicos y debería también respetar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, así como contar con una fuerte condicionalidad, señaló.
Además, indicó, el fondo sólo debería ser usado cuando un país represente un problema para toda la zona euro.
"La justificación de este 'fondo' sería que existe un problema, que a pesar de la fuerte condicionalidad que ha adoptado el país, tenemos un problema con el país en sí o la estabilidad financiera, y que éste tiene un impacto en la zona euro en su conjunto", señaló.
Trichet rechazó la propuesta reciente del Fondo Monetario Internacional de que los bancos centrales deberían considerar elevar la meta de inflación a 4,0%, desde 2,0% actual, para hacer que la política monetaria sea más efectiva en futuras crisis.
"La idea de cambiar nuestra definición de estabilidad de precios, ya he dicho, está completamente errada (...) ya que sería la peor decisión que podríamos tomar", afirmó.
"Esto es válido para nosotros, es válido a nivel global, esto inmediatamente llevaría a un incremento en las tasas de interés del mercado, sumándose al hecho de que la inflación sería mayor", añadió.
Trichet dijo que está a favor de un sólido manejo del euro dentro de Europa y sostuvo que los Gobiernos tienen importantes responsabilidades sobre su política fiscal, las reformas estructurales, el seguimiento de los costos laborales y los indicadores de sus economías.