El presidente pidió una solución a corto plazo a los problemas de los mercados de seguros de salud.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el lunes que la ley de salud conocida como "Obamacare" está "muerta", pero instó a que republicanos y demócratas en el Congreso logren un acuerdo que solucione los problemas de los mercados de seguros de salud en el corto plazo.
"Está muerta, ya no deberían nombrarla más, se ha ido", sostuvo Trump en la Casa Blanca sobre la emblemática ley de su predecesor, Barack Obama, que los republicanos no pudieron derogar en el Congreso.
Hablando con periodistas al inicio de una reunión con su gabinete, Trump señaló: "Creo que tendremos una solución de corto plazo y luego tendremos una de largo plazo, y eso probablemente ocurrirá en marzo o abril".
El líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, dijo en un comunicado que espera que el Congreso esté cerca de un acuerdo para estabilizar el "Obamacare". "Si él (Trump) ahora apoya un acuerdo que estabilice y mejore el sistema existente bajo la Ley de Cuidado de Salud Asequible, ciertamente damos la bienvenida a ese cambio", sostuvo.
El senador republicano Lamar Alexander y la senadora demócrata Patty Murray preparan un acuerdo bipartidista que ayude a estabilizar los mercados de seguros de salud bajo la Ley de Cuidado de Salud Asequible, conocida como "Obamacare".
Ambos senadores se han reunido en privado durante meses para discutir el posible acuerdo bipartidista. Los republicanos han fracasado en reiteradas oportunidades en sus intentos por aprobar una ley que derogue al "Obamacare" y reemplazarlo por su propio sistema de salud.
Pese a esos encuentros, Trump dijo que republicanos y demócratas del Congreso se están reuniendo "por lo que yo hice con los CSRs, porque yo corté el tren del dinero. Si no terminaba con los CSRs (...) ellos estarían almorzando y pasándolo bien", refiriéndose a los pagos para reducción de costos compartidos por su sigla en inglés.
Los subsidios al "Obamacare" alcanzan los US$ 7.000 millones este año y se estima que llegarán a US$ 10.000 millones en 2018, según analistas del Congreso.