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Turismo para LGBT en Miami, la esquina de la diversidad
Miércoles, Julio 5, 2017 - 11:40

La ciudad colorida ha creado espacios libres de discriminación para esta población, y narra una historia de su desarrollo en la que ésta tiene cabida.

“Barbie Girl” retumba en la esquina más colorida de South Beach, en Miami (EE.UU.). Las “cebras” viales se pintaron como la bandera LGBT de rojo, naranja, amarillo, verde, azul y morado para anunciar que es un paso peatonal libre de discriminación. Negros y blancos, mujeres y hombres heterosexuales, lesbianas, gais, trans y todo aquel que pise esta zona del estado de Florida son bienvenidos sin reparos. Con sus manos sobre el capó de un carro y al cruzar la calle, está una de las drag queens más famosas del bar Palace. Interpreta la canción de Aqua, con una peluca morada y un vestido florido verde.
 
Sus movimientos causan revuelo entre los transeúntes y despiertan aplausos de quienes con nostalgia se aglomeraron para despedir este espectáculo que lleva tres décadas. Palace cerró ayer sus puertas, porque el edificio donde está ubicado será restaurado. Aún es incierto el lugar donde se reubicará, pero es la primera parada obligada de los turistas ávidos de diversidad desde 1988.
 
Las fachadas de hoteles, discotecas y restaurantes a su alrededor están a tono con lo colorido de sus pinturas pasteles. Con un estilo art deco y a unos diez minutos de caminata, el Art Deco Welcome Center honra por estos días a tres arquitectos gais, que desde sus construcciones aportaron la firma imborrable de esta población en el desarrollo urbanístico de la ciudad.
 
 
Las obras de Leonard Horowitz, Decio Sales-Filho y Will McGaul anteceden una caminata guiada dedicada a la contribución que hicieron en cada una de las calles los gais y las lesbianas, y los sitios con los que éstos se abrieron paso en una sociedad que décadas atrás se resistía a aceptarlos. Un hombre homosexual de unos 60 años se ha dado a la tarea de recopilar la historia de esta comunidad y voluntariamente narra sus detalles. No tiene afán de actuar como autoridad turística, y recibe con una sonrisa uno a uno los consejos de turistas sobre películas, canciones y documentos que dan cuenta del protagonismo de los LGBT en Miami.
 
Hotel Gaythering, Score y Twist son otros de los bares emblemáticos para rumbear y que son mencionados, al igual que el Palace, en el recorrido. Quienes les pierden la pista a estos planes y quieren tener una asesoría más personalizada, pueden acercarse al LGBT Visitor Center. El sitio recibe a sus visitantes con un pasillo en donde personas con VIH, con discapacidad, víctimas de abuso sexual, de baja estatura y hermafroditas hablan de cómo los prejuicios han calado en sus vidas e incluso los llevaron a desear la muerte. El llamado es a no desfallecer, quererse y seguir en pie porque todos “somos iguales”. Al fondo está la oficina en la que se puede indagar por un circuito turístico.
 
Little Havana es uno de esos barrios que no hay que dejar de visitar en Miami. Se habla cubano, se baila salsa, se toma mojito y se respira tabaco. Es un pedacito de la isla en Estados Unidos, y sus residentes son en su mayoría exiliados. Las paredes están tatuadas de grafitis y en el Parque del Dominó, en la Calle Ocho, los más avanzados de edad pasan las horas jugando. Las bebidas alcohólicas están prohibidas, así como estar sin camisa y chanclas, tirar basura al suelo, gritar, escupir, decir palabras obscenas y portar armas. A los infractores de estas reglas les suspenden el ingreso al tradicional encuentro hasta por cuatro semanas. A unos cuantos metros está un Paseo de la Fama con estrellas de personajes relevantes para los cubanos, como la de Gloria Estefan.
 
 
Ball & Chain ofrece un show de salsa en vivo y la pista la comparten músicos, turistas y habitantes de Miami. Al salir, hay un museo galería en el que las mesas, el techo y el bar están repletos de obras en vitrales. Entre ambos sitios se instaló un muro con un gráfico de Yoani Sánchez, activista de derechos humanos en Cuba que ha logrado a través de su blog resistir a la represión y reclamar ante los abusos del Gobierno. Ella también es un referente para la población LGBT por abogar por sus derechos. Pese a la censura del régimen y a la homofobia, Yoani fue en 2011 la madrina de la primera boda LGBT en la isla, entre Wendy (una mujer transexual) e Ignacio (un militante homosexual).
 
Aunque la celebración en Miami siempre sigue para lesbianas, gais, bisexuales y trans, la protesta ante la discriminación no se olvida. En junio en particular los abrazos se dieron gratis en el New World Center, en una exhibición para recordar la vida de las 49 personas que fueron asesinadas el 12 de junio en la discoteca gay Pulse, en Orlando, a 238 millas. Un grito de igualdad se elevó en un coro de abuelitos y en un perfomance con fotos de las víctimas. “Como gente gay podemos elegir nuestras familias, y esa familia que elijo incluye a millones de hombres y mujeres valientes en todo este país y en todo el mundo”, dijo Rupaul, reconocido drag queen, en un mensaje para recodarle al universo que ellos existen y que son parte de éste.

Autores

Pilar Cuartas Rodríguez/ El Espectador