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Turismo que vuela: avistamiento de aves en tierras colombianas
Viernes, Marzo 27, 2015 - 09:56

Colibríes y tucanes llaman la atención de los viajeros. Un atractivo natural que busca posicionarse en Antioquia.

Uno de los encantos de Colombia es su biodiversidad y Antioquia es uno de los mejores ejemplos de esta riqueza. Según su directora de Desarrollo Turístico, Gina D’Amato, el departamento está apostando por el ecoturismo y, sobre todo, el avistamiento de aves o birding, gracias a que cuenta con la mayor densidad y variedad de especies en el país.

De hecho, según la Sociedad Antioqueña de Ornitología, cerca de 900 de las 1.900 especies que surcan los cielos colombianos están en tierras paisas, incluyendo coloridas aves migratorias y endémicas que, aclara el director de investigación de la Fundación Proaves, Oswaldo Cortés, son exclusivas de esta zona.

Entre ellas se destacan el colibrí del sol en Urrao, el arrierito antioqueño en Amalfi y el tucán barbudo antes de llegar a El Carmen de Atrato. Y es que la popularidad de esta actividad, que además permite hacer deporte, disfrutar de increíbles paisajes e incluso desarrollar cualidades como la paciencia y la atención, ha crecido tanto entre extranjeros, fotógrafos y hasta embajadores, que hoy se realizan recorridos por rutas específicas y con guías expertos.

Así que aliste los binoculares y prepárese para conocer algunos de los lugares más extraordinarios para observar estos maravillosos especímenes.

Medellín

Para el avistamiento de aves, la ciudad tiene cinco lugares entre los que se destacan el Parque Arví, con 1.700 hectáreas de bosque, y el cerro de San Miguel, con 800 hectáreas. En estos escenarios, perfectos para conectarse con la naturaleza, se encuentran 214 especies migratorias como el barraquero, el águila de swainson y la reinita amarilla, y otras endémicas como el cacique candela y la guacharaca.

Urabá antioqueño

No es extraño que esta exótica región, que combina lo mejor de la cultura paisa y la costeña, sea hogar de una gran cantidad de aves endémicas y migratorias. Nada más a la entrada, en el municipio de Mutatá, se pueden observar  especies como la oropéndola negra, el buco de Noanamá y el tucán de Chocó. Una vez allí, vale la pena visitar Arboletes, famoso por su cultura frutera.

Jardín

A tres horas de Medellín, en el suroeste antioqueño, se esconde Jardín, un municipio que le hace honor a su nombre al ser un paraíso lleno de coloridas plantas y animales. Alberga una reserva de palma de cera, hogar de 50 ejemplares del loro orejiamarillo, una de las aves más buscadas por los observadores. También se pueden apreciar especies como la tangara gorrión.

Autores

El Espectador/ LifeStyle