Esta distinción es el máximo reconocimiento entregado a personalidades destacadas, quienes, a través de sus estudios y obras, han realizado aportes de relevancia a la sociedad y a la disciplina a la que se han dedicado.

El escritor Mario Vargas Llosa será nombrado Miembro Académico Honorario de la Universidad Adolfo Ibáñez el jueves 3 de mayo en el Campus Peñalolén. En la ocasión, el Premio Nobel de Literatura dictará la conferencia “Artes Liberales, Literatura y Libertad” dirigida a alumnos y académicos de la casa de estudios.

Esta distinción es el máximo reconocimiento entregado a personalidades destacadas, quienes, a través de sus estudios y obras, han realizado aportes de relevancia a la sociedad y a la disciplina a la que se han dedicado.

Para Harald Beyer, rector UAI, “Vargas Llosa es un escritor e intelectual único. La pasión con la que desarrolla su literatura –‘nada me ha hecho gozar en la vida tanto como pasarme los meses y los años construyendo una historia’ nos dice en su discurso del Nobel- la ha traspasado al debate de ideas. Su vida es un testimonio del pensar con libertad que desde nuestra universidad queremos inculcar a los jóvenes que formamos. En las dos esferas sus miradas no son predecibles, porque son fruto de una capacidad de reflexión crítica difícil de encontrar en otros autores. Por eso su literatura y sus ideas no dejan a nadie indiferentes.”

“Mario Vargas Llosa se ha caracterizado, no sólo por una fecunda obra literaria sino que también como un agudo crítico y un gran defensor de la libertad. Al mismo tiempo, su defensa de las humanidades en general ha sido permanente, no sólo como una forma de conocer esos ámbitos disciplinarios sino que como una herramienta para defender a las sociedades de los populismos y totalitarismos”, añadió Francisco José Covarrubias, decano de la Facultad de Artes Liberales de la UAI.

El Premio Nobel de Literatura es uno de los novelistas hispanoamericanos más reconocidos a nivel mundial; sus principales novelas son: La ciudad y los perros -con la que se consagró como una de las figuras fundamentales del «boom» de la literatura hispanoamericana de los años 60-, La casa verde, Conversación en La Catedral, Pantaleón y las visitadoras, La tía Julia y el escribidor, La guerra del fin del mundo, Historia de Mayta, ¿Quién mató a Palomino Molero?, El hablador, Elogio de la madrastra, Lituma en los Andes, Los cuadernos de don Rigoberto, La fiesta del Chivo, El Paraíso en la otra esquina, Travesuras de la niña mala, El sueño del celta, El héroe discreto, Cinco esquinas, entre otras.

Ha recibido innumerables premios y distinciones, entre ellos el Nobel de Literatura en 2010, Rómulo Gallegos en 1967, por su novela “La casa verde” y el Cervantes  en 1994.