Por el Equipo de la Iniciativa Salud Mesoamérica para el
La felicidad estuvo a punto de terminar en tragedia para una madre hondureña –la llamaremos Isabel– apenas tres horas después de dar a luz. Tuvo una hemorragia postparto incontrolable por lo que perdió tanta sangre que casi entra en shock en la misma sala de puerperio. Intentaron detener la hemorragia mediante un masaje uterino, la extracción de posibles coágulos y la administración de medicamentos uterotónicos. Pero el sangrado no se detuvo. La mujer entraba en una fase crítica: o era sometida a una operación de histerectomía (remoción del útero) para detener la hemorragia, o corría el riesgo de fallecer. ¿Qué salvó su vida?
Un nuevo sistema de balón hidrostático intrauterino que costó apenas US$ 5 y acababa de llegar al hospital donde ella se encontraba.
Beneficios del balón intrauterino
Este novedoso sistema consiste en un kit de emergencia previamente preparado, compuesto por un condón, un catéter, y una pequeña jeringuilla con la que se llena de agua el preservativo dentro del útero. Se denomina “Cada segundo cuenta. Balón de taponamiento uterino”, o ESM-UTB, por sus siglas en inglés.
El objetivo de este método innovador y costo-eficiente es evitar decenas de muertes maternas al año. En 2015 murieron 1.344 mujeres en América Latina a causa de hemorragias producidas durante el parto, cifra que a nivel mundial fue de 83.125. Considerando que diariamente las complicaciones en el embarazo y en el parto se cobran la vida de 830 mujeres, este sistema podría resultar muy efectivo para prevenirlo, especialmente en zonas rurales y pobres.
Debido a la rapidez con que puede ser insertado en el útero, el balón ha salvado la vida del 100% de las mujeres con hemorragias leves o moderadas durante el parto y del 86% de las mujeres en estado avanzado de shock, según el precursor de este sistema, el doctor Thomas Burke.
El balón intrauterino también pretende reducir el número de histerectomías que se realizan a mujeres con hemorragias postparto, evitando así su consiguiente capacidad fértil.
Este método en particular es una reinvención más barata, efectiva y rápida de otras técnicas de balón intrauterino que se han usado con anterioridad. Tiene la ventaja de poder ser ejecutado por personal de salud de cualquier nivel y ha sido implementado con éxito en 115 comunidades de la India, Nepal, Zambia, Tanzania, Sudán del Sur, Kenia, Senegal y Sierra Leona.
La experiencia en Honduras
Tras conocer la eficacia científica de este proyecto, la Iniciativa Salud Mesoamérica en Honduras invitó al doctor Burke a apoyar la implementación de este kit para reducir las tasas de mortalidad materna por hemorragia en este país. En 2015, 108 mujeres hondureñas fallecieron por complicaciones del parto y el embarazo. Al menos 33 de estos casos se produjeron por hemorragias posparto, según la doctora Elvia Ardón, directora general de normalización del Servicio de Salud de Honduras.
Junto a su equipo, el doctor Burke capacitó en Tegucigalpa a más de 65 médicos y enfermeras en el uso de esta innovación, donando más de 500 kits para abastecer la demanda de estas unidades de salud. Estos médicos, a su vez, podrán formar a otros profesionales de la salud de once hospitales y ocho clínicas materno-infantiles en Honduras.
El equipo de médicos que recibió la capacitación el día anterior al parto de Isabel constató que en cuestión de minutos la hemorragia se detuvo. A la media hora, ella ya estaba estabilizada y consciente. “Fue un momento muy emocionante”, según expresó uno de los médicos, José Cipriano Ochoa.
El programa no pudo empezar de mejor manera: en sus primeras 24 horas, ya fue capaz de evitar una muerte.