Por Maribel Ramírez Coronel, Periodista en temas de economía y salud para El Economista.

Algo poco conocido más allá de los especialistas, es que el Consejo de Salubridad General (CSG) de México, conforme lo escrito en la Carta Magna, es el verdadero órgano rector del Sector Salud y depende directamente de la Presidencia de la República, si bien sus sesiones son presididas por el secretario de Salud en turno.

El problema es que al no estar sectorizado no tiene su propio ramo presupuestal y, por tanto, depende económicamente de la SS; está claro que sin recursos propios difícilmente puede cumplir como lo marca la Constitución con ese mandato de rectoría. Es algo que el actual equipo gobernante ya tiene en la mira y se prevé como uno de los pendientes en la reconformación interinstitucional que vislumbran.

Por lo pronto como entidad rectora para la introducción de insumos al sistema nacional de salud, dicho Consejo está poniendo orden en el llamado Cuadro Básico. El objetivo es que todas las instituciones médicas del sector público canten la misma canción en la misma tonada. Así lo perfila su titular José Ignacio Santos Preciado, quien como secretario del CSG nos comparte que están en una revisión exhaustiva que nunca se había hecho antes. Están incluidos insumos obsoletos y otros que ya no se comercializan.

Prevén conformar hacia adelante el Compendio Único de Insumos para la Salud alineado con las necesidades reales de la población mexicana y que regirá para todas las instituciones. Para ello están revisando los procesos internos de la Comisión Interinstitucional y, una vez concluido ese análisis, nos comenta, podrán establecer la naturaleza y magnitud de esos cambios.

Por lo pronto, planean presentar al pleno de la asamblea bianual del CSG en la última semana de junio una propuesta de modificación a su reglamento interior.

La idea es que en dicha asamblea participen no sólo las 6 secretarías que lo integran (Hacienda, Bienestar, Medio Ambiente, Economía, Agricultura, Comunicaciones y Transportes y Educación) sino también firmen las instituciones públicas de salud y las principales instancias académicas, médicas y científicas del país.

El doctor Santos Presea deja en claro que el citado Compendio deberá ser un verdadero instrumento y la única referencia del arsenal terapéutico, material de curación, dispositivos y todo tipo de insumos para la atención médica, acordes a las características epidemiológicas de los mexicanos, de la enfermedad y ante todo buscando un mayor acceso para la población.

Algo que igualmente se pretende es que sean los especialistas médicos quienes impulsen nuevas alternativas y ya no tanto la industria, ya que a la fecha 80% del catálogo de medicamentos en México han sido promovidos por las empresas fabricantes de las terapias.

Actualmente el Cuadro Básico está conformado por 2,996 insumos distribuidos en: medicamentos, nutriología, herbolarios, homeopáticos, auxiliares de diagnóstico, material de curación, instrumental y equipo médico, opciones de osteosíntesis y endoprótesis, asi como de acupuntura.

En total hay definidos 22 grupos terapéuticos y 1865 claves específicas. Para el caso de auxiliares de diagnóstico, instrumental y equipo médico, material de curación, osteosíntesis y endoprótesis son un total de 12.342 claves.

De diciembre a abril, el CSG recibió 45 solicitudes de nueva inclusión, modificación o exclusión de opciones al Cuadro Básico. Se dictaminaron procedentes 5 medicamentos: 2 antiinfecciosos incluido para VIH, 1 opción analgésica, 1 psiquiátrico para esquizofrenia y 1 anticuerpo monoclonal para oncología que representará ahorros.

Entre sus otras atribuciones, el CSG tiene un vital papel en la Certificación de hospitales, y ahí su titular también vislumbra cambios interesantes en colaboración con las secretarías de Salud de los estados, pero es otro tema que nos ocupará más adelante en otra colaboración.