Por Bruno Negretti, Associate Director de Page Executive.
Lo más importante en un directivo es que sea un verdadero líder, que sepa gestionar a su equipo de trabajo. Un buen directivo debe pensar siempre en la motivación, tanto de forma general como particular: si tú tienes un equipo con un director y diez ejecutivos debajo, tienes que saber cómo motivarlos a todos de una forma general, pensando en los desafíos de la empresa y en los desafíos profesionales de su rubro, pero también, con cada uno de ellos, hay que saber qué les motiva más.
Los mejores directivos saben esto: a algunos les motiva más el tema financiero, a otros, temas de libertad, de work balance, tener un poco más de tiempo… Un líder, un director, debe saber cómo gestionar un equipo muy distinto pero, muchas veces, ese equipo distinto es complementario. No se puede tener solamente un tipo de ejecutivo o de otro.
Otro aspecto importante que debe tener en cuenta el directivo es saber adaptarse a los mercados y las empresas, y tener contacto con diferentes niveles y generaciones. Un director va a pasar conocimiento, pero también va a aprender mucho de otras generaciones. Los directivos no deben olvidar nunca que ellos representan al grupo, por lo que necesitan saber comportarse en su vida particular y profesional, ya que son el espejo de la compañía.
Ser operativo, tener dinamismo… no es tan importante, hay empresas y empresas, y algunas de estas empresas prefieren ejecutivos más tranquilos y callados. Estar bien relacionado sí es clave, saber construir relacionamientos dentro del propio equipo y con sus pares, para ganar y lograr más cosas en la compañía.
Tampoco podemos obviar la importancia de conocer muy bien a la competencia: ¿qué tiene el mercado que podría ayudar a mi negocio? Eso es importante, independientemente del rubro de la empresa.
Finalmente, los idiomas. En Chile son muy pocas las personas que saben hablar inglés con fluidez, y dominarlo es cada vez más importante. Las empresas chilenas están saliendo al mercado mundial, más global, y necesitan personas que sepan hablar, no solo inglés, sino también otros idiomas. Frena mucho a las empresas en el crecimiento que están teniendo hoy día que sus directivos no dominen el inglés.
En resumen, un directivo debe saber contratar y gestionar a un equipo, rodearse de personas muy buenas, en las que confíe, y que sean complementarios.