Tratamiento recibe el nombre de InterStim. Se trata de un electrodo similar a un marcapasos cardíaco que logra controlar la micción involuntaria. El 84% de pacientes se encuentran satisfechos con la terapia.
Patricia Schüller, La Nación. La incontinencia urinaria es un problema de salud que altera la calidad de vida. Se estima que entre el 25% a 45% de las mujeres puede padecerla, según la cuarta consulta internacional de continencia de la International Continence Society (ICS).
Junto a los tratamientos y cirugías que se han implementado para aminorar la alteración, en el último tiempo también se aplican tecnologías que la combaten. Una de ellas es la denominada InterStim que mejora significativamente esta condición.
Se trata de un procedimiento sencillo –operado por Medtronic, empresa especializada en tecnología médica- que se realiza con anestesia local y de forma ambulatoria. Consiste en un electrodo que se implanta de forma percutánea en la raíz sacra que es donde están los nervios encargados de modular la actividad vesical.
“Lo que se hace es una estimulación externa del nervio, es decir, mediante pulsos eléctricos leves se logra interferir con las respuestas anormales vesicales que producen la disfunción miccional del paciente”, explica el doctor Reynaldo Gómez, jefe de Urología de la Clínica Indisa y del Hospital del Trabajador ACHS.
Incontinencia de Urgencia
Esta técnica, que ya es utilizada internacionalmente y está aprobada por la Administración de Alimentos y Drogas de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), es aplicable para incontinencia de urgencia, cuando los tratamientos de primera y segunda línea, como la terapia física y la medicación oral, han fallado.
Este tipo de incontinencia no se puede operar, y se trata con medicamentos que generalmente causan efectos secundarios fuertes o no generan los resultados esperados.
Con InterStim los pacientes tienen un periodo de prueba por algunos días y si el paciente responde bien, en una segunda etapa se implanta el generador definitivo que es igual a un marcapasos cardíaco, explican los especialistas.
En Chile, este tratamiento ya ha sido aplicado en el Hospital del Trabajador, ya que todos los trabajadores que sufren el problema a causa de un accidente pueden ser tratados, y en la Clínica Indisa. Se han realizado 19 procedimientos y el 84% de los pacientes se encuentran satisfechos con la terapia ya que han visto un cambio significativo en su calidad de vida. El dispositivo permite que las personas controlen la vejiga de forma inmediata.
“Pacientes que orinaban cada una hora o se levantaban entre cinco y seis veces en la noche, después de este tratamiento pueden estar cuatro horas sin orinar. Eso es realmente un beneficio para ellas, ya que pueden retomar su vida en forma absolutamente normal, dejar atrás los pañales y recuperar su autoestima y calidad de vida”, remarca el doctor Gómez.